Arrancó el domingo pasado en la Feria del Libro este ciclo organizado por la juventud del MST de la UBA. En esa oportunidad Paolo Menghini -padre de Lucas, víctima del 22 F y uno de los referentes de los familiares de las víctimas- junto a nuestro diputado Alejandro Bodart, dieron impulso a un debate de trascendencia social. Corrupción estatal y capitalista, impunidad y muertes civiles. Para desentrañar esa madeja y al servicio de construir propuestas políticas para la acción en la realidad nos proponer debatir con decenas de jóvenes una salida anticapitalista al modelo corrupto que sigue matando.
Francamente escuchar a Paolo Menghini desde el dolor tremendo de haber perdido un hijo en circunstancias evitables, y desde ese lugar aportar clarificación sobre la relación entre poder político, mafias capitalistas y burócratas sindicales, es emocionante y estimula a comprometerse, militar y multiplicar la lucha contra este modelo que sigue cobrándose vidas jóvenes. Por eso, le seguimos insistiendo a Paolo y a los familiares de Once y también a los de Cromañón, que su testimonio es fundamental para provocar movilización de conciencia social para terminar con esta barbarie que año a año deja como saldo una nueva catástrofe social: fue Cromañón y el peligro para la juventud de divertirse; fue Once y el riesgo de viajar a trabajar o al lugar de estudio en condiciones infrahumanas, fueron las inundaciones que generaron muerte y desolación. Por eso, con este ciclo nos proponemos debatir, analizar, sacar conclusiones y construir propuestas para interactuar con la realidad para combatir este modelo y transitar un camino de superación política.
Alejandro Bodart: ni modelo privatista, ni estatismo corrupto y clientelar. Hay otra salida
El legislador porteño del MST instaló un debate crucial:¿solamente hay dos modelos económico-sociales? ¿el privatista de todo lo público o el estatismo clientelar y corrupto previo al menemismo? La respuesta categóricamente es no. Hay resortes de la economía y los servicios públicos de interés popular que no pueden estar en manos del capital privado cuyo único interés es la ganancia cortoplacista y sin riesgo. Ni el transporte, ni la educación, ni la salud, ni las comunicaciones para empezar, pueden estar sometidos a la lógica del capitalismo como mercancías del montón. Muy por el contrario, es fundamental avanzar en otro modelo social recuperando para el estado todos esos servicios y pilares claves del funcionamiento social, pero con una lógica opuesta a la del estatismo corrupto y muchas veces ineficaz previo al menemismo. Es posible estatizar con control de usuarios y trabajadores de todos los servicios. ¿Por qué los trabajadores desde las bases y comisiones de usuarios, y organizaciones como los familiares de las víctimas no pueden planificar y vigilar el servicio de trenes, o subtes? ¿Quiénes mejores que esos actores para garantizar un servicio eficiente y barato? Para eso hay que tener decisión política de barrer los negocios capitalistas con lo público y priorizar el interés de las grandes mayorías. Ninguno de los viejos partidos está para eso. Tenemos que desarrollar una nueva fuerza política para provocar esos cambios de fondo. Desde nuestra juventud militamos en esa perspectiva.
Qué no se repita: Participar del ciclo y organizarse para dar vuelta el modelo con el MST
No solamente vamos a discutir de transporte, sino de distintas catástrofes sociales por responsabilidad política del modelo imperante. Por eso, van a participar como conferenciantes urbanistas especializados, voceros del proceso de inundados en La Plata, dirigentes políticos como Bodart y Vilma Ripoll, familiares de Once y Cromañón, y finalmente nuestra idea es impulsar un verdadero movimiento con eje en la exigencia de justicia por los muertos de Once, que se realice el juicio urgente, que los corruptos vayan presos y que sus causas no prescriban. También creemos que hay que discutir un propuesta integral de salida anticapitalista a la corrupción que es facilitada e intrínseca a este modelo. Hay que exigir lo reestatización de todo lo privatizado pero con control social y para los funcionarios corruptos no solamente cárcel sin prescripción de las causas que los imputen, sino además ejecución patrimonial para que paguen con sus bienes el daño social y material causado. Por ese camino queremos desplegar el debate.