Los hechos represivos del viernes 10 de mayo contra los estatales santacruceños mostraron la verdadera cara de un gobierno que habla de diálogo y de los derechos de los trabajadores pero responde con gases y balas el reclamo justo de aumento salarial.
Está visto que más allá de las peleas mediáticas, no hay diferencias de fondo entre Peralta y el gobierno nacional. Los K reprimen brutalmente en Famatina al pueblo que enfrenta a las corporaciones mineras y Peralta a los trabajadores que reclaman por sus derechos.
Es una vergüenza que el gobernador y los diputados sigan jugando a las escondidas y pasándose la pelota de un lado a otro, mientras los sectores más postergados sufren las consecuencias.
Una vez más, la unidad de los trabajadores es una necesidad imperiosa. Para repudiar la represión y exigir el castigo a todos los responsables. Y para seguir reclamando un aumento salarial que cubra el costo de vida en la provincia. La plata que se llevan los dueños del poder y las corporaciones mineras y petroleras es la que se debe usar para responder a las necesidades de los trabajadores y el pueblo de Santa Cruz.
La movilización de repudio fue masiva y paralelamente cumplieron un paro por 24 horas los trabajadores estatales de la ex Ley 591, los sindicatos docentes (ADOSAC y AMET), ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), el personal profesional de la salud (APROSA) y ATSA.
Desde el MST nos solidarizamos con los compañeros de la administración pública y los heridos por la represión y comprometimos todo nuestro apoyo a la lucha que se castigue a los responsables.
Emilio Poliak, MST Santa Cruz