Los trabajadores molineros y el pueblo pagan sus consecuencias

El gobierno no admite la mala política que han tenido con el agro y como producto de un dólar alto para los gastos y otro oficial para las ganancias, el campo no ve atractivo cosechar el trigo, sumado los problemas climáticos que han empeorado las cosechas y la venta masiva de este en febrero de parte de la cerealera amiga del gobierno, quien para obtener dinero rápido permitió exportar 500.000 toneladas, hizo que ahora se padezca la falta de trigo para el mercado interno. Y por ende, aprovechándose de esa demanda hacen subir el precio.

La exportación y la importación frenadas

Este es el panorama: Los cupos de exportación que había repartido Moreno fueron suspendidos, muchos molinos ya no tienen trigo y fue afectando su funcionamiento.
Para abastecer el mercado interno se necesitan 350.000 toneladas de trigo y había 200.000, entonces el gobierno cerró la exportación, dejando a molinos como “Lagomarsino” sin poder cumplir con esos compromisos, cuyo 40% de la harina es para la exportación para la cual tiene dos molinos: Avellaneda e Isidro Casanova.
Moreno también cerró la importación de trigo, eso no permitió ante la falta de este cereal poder producir la harina, en ese marco y el valor del trigo en Uruguay (mucho màs bajo) hubiese solucionado el problema momentáneamente. Y haber evitado que se cierren plantas molineras.

Los acuerdos en el Ministerio

La semana pasada en una reunión en el Ministerio de Trabajo de La Plata entre la “Lagomarsino” y el gremio, la empresa acordó que se haría cargo del salario de junio y aguinaldo, y que julio se pagaría con un préstamo que otorgarìa el gobierno para que la planta no cierre. Hasta el momento pagò los sueldos, el problema no es ahora sino el 20 de julio que cumpla con lo acordado.
Este acuerdo es un paliativo porque no resuelve el problema, Moreno podría hacerlo con solo abrir la importación de trigo, asi no habría falta de trabajo, no habría un pan de lujo, no subirían todos los alimentos básicos que salen de la harina como el fideo, etc .
Otros molinos cerraron pagando el 50% del salario o dejando la mitad de su plantel de trabajadores sin trabajo. Esto muestra una vez màs la política equivocada del gobierno que perjudica a los trabajadores y al pueblo.

Si esto no se resuelve va afectar también a Avellaneda y a otros molinos del país

Frente a problemas de tal magnitud la UOMA deberìa convocar a un plan de lucha para defender las fuentes de trabajo y no permitir ningùn cierre. Es un momento crucial en el cual debemos plantarnos todos los trabajadores para no permitir que las politicas del gobierno y la especulación empresaria los terminaramos pagando los laburantes.
Por eso , la salida es como hicieron y hacen los trabajadores de Casanova, seguir organizados y luchando que es la única garantía de lograr sus objetivos que es poder poner en funcionamiento a su lugar de trabajo. Y llegar a exigir al gobierno que abra la importación y que entre trigo, que no falte trabajo y que el pan no sea un privilegio.

Monica Sulle