El Comité Organizador del Sindicato Libre Interprofesional de Trabajadores (SMOT), el Sindicato Independiente de la RUPP «Granit», el Partido Belaruso “Los Verdes” y el Comité Organizador del Movimiento Social Belaruso «Razam!» han hecho un llamamiento abierto a la cabeza del Consejo de Ministros belaruso Mikhail Myasnikovich en respuesta a su propuesta de introducir un impuesto que se cobre de los ciudadanos desempleados de la República de Belarús. Esta opinión el primer ministro la anunció durante una reunión con los funcionarios de la provincia de Mogilev, diciendo que en Belarús unas 445.000 personas en edad de trabajar oficialmente no están empleados en ninguna empresa, no contribuyen a la economía, pero al mismo tiempo disfrutan de los beneficios sociales que les otorga la sociedad y el Estado.
Llamamiento abierto
¡Señor Primer Ministro! Observando el trabajo del gobierno que Usted encabeza, hemos dejado de sorprendernos de muchas cosas, pero su propuesta de introducir un impuesto que se cobre de los ciudadanos desempleados ¡ya está más allá de la lógica y del sentido común!
La absurdidad de un impuesto sobre una renta inexistente es tan obvia que parece no hay nada más de qué hablar. Pero el mismo hecho de que esta iniciativa proviene del primer ministro de nuestro país despierta unas serias preocupaciones y unas alarmantes esperas.
Sr. Myasnikovich, ¿no se da cuenta Usted de que este medio millón de los ciudadanos de la República de Belarús que son capaces de trabajar, pero no están empleados oficialmente es el resultado directo de sus actividades en el puesto de primer ministro? La propuesta de introducir un impuesto que se cobre de los desempleados es una clara confirmación. En lugar de crear unas empresas eficientes y minimizar los gastos del aparato administrativo que se ha inflado hasta una épicas proporciones, Usted propone gravar a los que por culpa de Usted mismo no tiene la posibilidad de trabajar como Dios manda en favor de la prosperidad de su propio país.
Los salarios miserables, las insalubres condiciones de trabajo y una absoluta falta de control sobre las actividades de la administración por parte de los colectivos de los trabajadores les obliga a los mejores profesionales a buscar la aplicación de sus conocimientos y habilidades en otros países o en el sector informal de la economía belarusa. El derrubio de los cuadros se va convirtiendo en un problema global para Belarús, y las causas de este fenómeno son obvias. Un trabajo honesto en este país pierde cualquier sentido, ya que excluye la posibilidad de no sólo comprar su propia casa, sino también la posibilidad de abastecer la familia del trabajador de lo más básico.
Últimamente, oímos hablar continuamente de las dificultades que enfrenta el joven Estado belaruso durante la crisis global. Sin embargo, monitoreando lo que está sucediendo en nuestras fábricas, se hace evidente que los obstáculos reales existen en sus cabezas, señores jefes. Todo su trabajo necesita de un control severo no sólo de parte del Presidente, sino también de los colectivos laborales.
Por ejemplo, una vez que los empleados de la empresa RUPP «Granit» (Mikashevichi) han salido en masa del sindicato oficial como protesta contra salarios bajos, la empresa de repente aumentó su eficiencia. Como consecuencia, el salario de los conductores de la Columna de Automóviles número 1, que en noviembre de 2011 fue de 3 millones de rublos, ¡¡¡en mayo de este año ha superado 20 millones de rublos!!! Tenga en cuenta de que ninguna crisis mundial ha impedido a la nueva administración de la empresa RUPP «Granit» elevar el volumen de los productos y eliminar un terrible desequilibrio salarial entre los trabajadores y los funcionarios.
¡Señor Primer Ministro! Si Usted de verdad cuida del presupuesto, si está sinceramente fiel a los intereses de nuestro país, implemente un impuesto que sea cobrado de los que están sentados en las butacas de los funcionarios, destruyendo activamente nuestra ciencia, arruinando la industria, la agricultura y el sector de servicios. Imponga impuestos a los clanes familiares que descaradamente han invadido la economía del país, enredándola con las redes de enchufe y ahogándola en un sistema total de comisiones ilegales («coimas»).
El estado real de las cosas es tal que hoy en día contra decenas de trabajadores industriales, agricultores, ingenieros y empleados de oficina hay cientos de funcionarios administrativos que se van reproduciendo y devorando las ganancias de nuestras empresas como langostas. ¡Qué clase de eficiencia!
Una multitud de parásitos durante décadas calientan los asientos en sus posiciones, construyen sus apartamentos y villas de lujo, se compran coches de las mejores marcas y descansan en los mejores balnearios del mundo, mientras que los que realmente trabajan, no siempre son capaces de traer a sus familias una comida saludable y nutritiva.
¿De qué tipo de impuesto que se cobre de los desempleados habla Usted, señor Primer Ministro? Tal vez, ya es la hora de dejar de enturbiar el agua y creer que los belarusos son idiotas?
¿Tal vez, ya es el momento de poner manos a la obra de verdad y liberar la economía belarusa de lastre insoportable de los holgazanes, ladrones y parásitos altamente retribuidos?
Señor Primer Ministro, si Usted no sabe cómo resolver este problema, analice la experiencia de la lucha contra la corrupción y la burocracia de nuestros amigos venezolanos, pida consejo y apoyo directamente a los trabajadores y colectivos laborales de las empresas belarusas: le ayudarán sin duda alguna.
20.07.2013, Minsk
El Comité Organizador del SMOT: Anatoly Matveenko, coordinador (MST en Bielorrusia);
El Sindicato Independiente de la RUPP «Granit»: Oleg Stakhayevich, presidente; Leonid Dubonosov, miembro del Consejo;
El Partido Belaruso “Los Verdes”: Oleg Novikov, presidente;
El Comité Organizador del Movimiento Social Belaruso «Razam»: Yuri Glushakov.