Nuestra provincia de Santa Fe fue parte activa de la debacle nacional de los K. El gobierno nacional intentó levantar vuelo, llevando como candidato al dos veces gobernador Obeid, como un guiño al PJ más tradicional, pero igual quedaron terceros, muy lejos de Binner y abajo de la lista del PRO encabezada por el ex Midachi, Miguel Torres del Sel.
El otro dato que se desprende de estas elecciones es que la ruptura con el kirchnerismo, abrió un espacio grande para la izquierda. A nuestros 30.747 votos, debe sumarse la buena votación que hizo la izquierda de conjunto, superando el 4%.
Logramos construir un frente con el PTP, aunque debemos destacar los esfuerzos que hicimos para ampliarlo a dirigentes de la CTA y a organizaciones sociales con las que compartimos cotidianamente cientos de luchas.
Encaramos la campaña con gran entusiasmo, sabiendo del espacio político que se abría. Esto, junto con la intensa actividad militante desarrollada, hicieron posible que superemos el piso. Recorrimos la provincia, desde Reconquista (bien al norte), hasta Rufino en el extremo sur, pasando por La Capital provincial, Villa Gobernador Gálvez, la tercera ciudad de la provincia y con un alto componente obrero, la histórica Villa Constitución, donde presentamos lista junto a los compañeros de Alternativa Local Sur, San Lorenzo con la lista Unidad Social y Popular y la ciudad de Funes.
En Rafaela acompañamos y recibimos el apoyo de la agrupación UNEN, encabezada por Mariano Zurvera que con un grupo importante de jóvenes activistas dan la pelea contra la vieja política.
Con un gran esfuerzo militante, con la juventud al frente pegando miles de afiches, repartiendo volantes y votos, logramos instalarnos y vencer la proscripción frente a los grandes aparatos del FPV, el PS y el PRO.
Los últimos días, a pesar del intento de los partidos del régimen de callarnos ante la explosión en Rosario, fuimos respetuosos del dolor y la conmoción que ocasionó, pero empalmamos con la bronca de la gente que rápidamente identificó a esta masacre como una consecuencia de las privatizaciones de los 90 y la continuidad hasta hoy de esa política, señalando a la voracidad del capitalismo y la complicidad estatal como los responsables del desastre, junto a la ineficacia e improvisación para responder a la emergencia. Responsa-bilizamos a la empresa Litoral Gas y exigimos su estatización con control social.
El domingo 11, después de contarse los votos, el local de Rosario se llenaba de fiscales y los primeros números empezaban a aparecer. Con cada actualización subíamos varias centésimas, nadie se atrevía a gritar «pasamos las PASO», pero las miradas y los gestos eran inconfundibles, el optimismo nos invadía a todos. Cuando apareció 1,51 en la pantalla, la ovación no pudo contenerse. Los porcentajes siguieron creciendo, y con el 90% de las mesas escrutadas superamos los 30.000 votos.
Durante toda la campaña, fuimos viendo cómo nuestras propuestas despertaban simpatía. Con medidas de fondo, empezando por denunciar el modelo K y denunciando también al gobierno provincial como cómplice de ese modelo, beneficiando a las grandes cerealeras con exenciones impositivas, precarizando el empleo en el Estado y sin ni siquiera intentar volver atrás con las privatizaciones de los 90 como la del Banco Provincial.
Insistimos en la necesidad de una reforma impositiva integral para que paguen más los que más tienen, se elimine el IVA de los productos de consumo popular y destinar todos esos fondo a un plan integral de obras públicas, construyendo caminos, escuelas, hospitales, viviendas y generando empleo genuino. Denunciamos también la extensión de la frontera sojera en nuestra provincia. Y por la defensa de lo público y la estatización con control social de los recursos naturales y las privatizadas.
Ahora tenemos hasta octubre para seguir recorriendo la provincia con nuestras propuestas, haciendo crecer la Nueva Izquierda por un Frente del Pueblo.
Alejandro «Cacho» Parlante
