Fue el propio Mario Ishii, ex Intendente de José C. Paz, el que explicó de la forma más cruda el resultado de las recientes elecciones primarias “una cagada a palos tremenda”.
Esas fueron las palabras que grafican la victoria del intendente de Tigre, Sergio Massa, sobre el candidato elegido por Cristina para “plebiscitar” su gestión.
No sirvieron las fotos con el Papa, el involucramiento de Scioli, ni siquiera el de la misma presidenta en la campaña, el resultado de la elección confirma el comienzo del fin del kirchnerismo como proyecto y la aparición de nuevos espacios que se preparan para disputar la sucesión en el 2015, con el objetivo de garantizar la continuidad del sistema.
Por eso, por más que el multimedios oficialista intente vender el verso de la “primera minoría” a nivel nacional, o festejen el triunfo en la base Marambio, lo cierto es que el gobierno fue derrotado en la mayor parte del país y en particular en la provincia que acumula casi el 40% del padrón.
Massa de lo mismo
La victoria de Massa, lejos de representar renovación, representa el intento de sectores del establishmen de encontrar un recambio ante el fin del ciclo K. Mas allá de ser utilizado como una herramienta por millones de bonaerenses para expresar su descontento, nada tiene de nuevo. Siendo un verdadero rejunte, va a tener que fortalecer un proyecto alternativo si pretende transformarse en Presidente en el 2015. Ya De Narvaez en el 2009 demostró que ganar una elección, no es garantía de construirse como alternativa de poder en esta Argentina que aun mantiene viva la experiencia de la rebelión popular del 2001.
El filtro de las PASO y la búsqueda de nuevas opciones
El FIT, con una instalación previa y pese a su política sectaria, fue quien más capitalizó el voto hacia la izquierda, como analizamos en las páginas centrales de esta publicación. El recién nacido frente PODEMOS (Popular Democrático y Social) que conformamos junto a la Unidad Popular de Victor De Genaro y Marta Maffei y el PTP-PCR junto al Parito Social y otros sectores, tuvo la dificultad y el desafío de instalarse en muy poco tiempo, recorrer la amplia geografía de nuestra provincia difundiendo una propuesta emancipadora. El filtro de las PASO y la complejidad de la provincia para un frente de reciente formación, actuó como condicionante. Pese a que no logramos pasar a octubre en todas las categorías, pudimos hacerlo en dos secciones electorales y más de 25 municipios, cosechando más de 100 mil votos. Ello sienta las bases para un proyecto que tiene el desafío de fortalecerse y extenderse. Lamentablemente, no haber tenido una política común con los compañeros de Unidad Popular en Capital y en Buenos Aires, perjudicó de manera importante la potencialidad de la herramienta frentista.
Los momentos que se vienen plantean, el desafío de poner en pie un proyecto que sea capaz de gobernar nuestro país para recuperar nuestros recursos naturales estratégicos, reactivar la industria nacional y lograr una transformación profunda. Es por eso que desde el MST vamos a continuar la pelea por lograr esa herramienta, partiendo del terreno conquistado en PODEMOS y luchando por para estar a la altura de los tiempos que se vienen.
Martín Carcione