Las elección del domingo en Santa Cruz tuvo dos grandes perdedores: el Frente para la Victoria, que cosechó menos del 25% de los votos y el PJ Peraltista, que soñaba con disputarle el primer lugar a Costa y quedó tercero por detrás del kirchnerismo.
Así, se expresó la voluntad de cambio de la mayoría de un pueblo que busca terminar con 20 años de este modelo de entrega, saqueo y corrupción.
Esta ruptura fue canalizada principalmente por Costa, al frente de una Alianza de la UCR, el ARI y Encuentro Ciudadano que contó también con el apoyo del Partido Socialista.
De esta manera, Costa quedó perfilado para ganar en octubre, aunque antes deberá sortear las disputas internas con un sector del radicalismo, una pelea por los cargos que ha llegado hasta instancias judiciales y que muestra que más allá de los discursos siguen siendo parte de la vieja política.
Gran elección de la izquierda
Pero la elección mostró también la búsqueda de un sector importante de los trabajadores de una opción por fuera de los viejos partidos. De conjunto, sumados los votos del PO y del MST sacamos más del 10%. Y a esto podemos sumarle un alto porcentaje de abstenciones y votos nulos.
El PO fue quien más capitalizó, principalmente por ser una fuerza instalada desde hace 30 años en la provincia.
La lista del MST por un Frente del Pueblo obtuvo el 2,1%, superando las expectativas iniciales y logrando el objetivo de pasar el piso proscriptivo para estar en octubre. Con buenas elecciones en Río gallegos (2,7%), Las Heras (2,5%) y otras localidades.
En muy poco tiempo logramos instalar una candidatura nueva ligada a propuestas y salidas de fondo para la crisis que atraviesa la provincia. Con iniciativas políticas y recorridas por el interior de la provincia, fuimos instalando propuestas como la recuperación de nuestros recursos de las manos de las corporaciones y la defensa de los bienes comunes, la lucha contra la precarización laboral, los derechos de los trabajadores, de la juventud, de la mujer y de los pueblos originarios. Y contra los privilegios de los políticos.
A pesar de los modestos recursos con que contamos, hicimos una gran campaña impulsada por la fuerza de la Juventud Socialista que nos llevó a disputar de igual a igual en las calles contra los aparatos de los grandes partidos. Y logramos la simpatía y apoyo de sectores importantes de trabajadores, jóvenes y referentes sindicales.
Vamos por más
Ahora tenemos un nuevo desafío. Seguir creciendo y extendiéndonos a nuevas localidades a las que no pudimos llegar durante este mes de campaña. Y junto a Celia Rañil, referente Mapuche que me acompaña en el segundo lugar de la lista y a Silvio Rotman (PTP), avanzar sumando nuevas voluntades y compañeros para fortalecer esta alternativa política unitaria de los trabajadores y el pueblo.
Emilio Poliak