Cuarto distrito más poblado del país, la Ciudad de Buenos Aires es sin duda una vidriera política para analizar.
A senadores nacionales la más votada individualmente fue Gabriela Michetti, aunque sumando las cuatro listas de UNEN la superó por un punto 32% a 31%. En diputados el margen fue mucho mayor, y UNEN le ganó al PRO, superándolo por 8 puntos 35% a 27%. Por eso en el partido de Mauricio Macri no hay euforia ni mucho menos. Su relativo resultado porteño, más el declive de Miguel Del Sel en Santa Fe, las subas de Héctor Baldassi en Córdoba y Alfredo De Angelis en Entre Ríos, y su casi inexistencia a nivel país, no bastan para catapultar a Macri como presidenciable para 2015. Aun así, a nivel porteño buscarán aprovechar las diferencias dentro de UNEN.
En la interna de UNEN ganó Elisa Carrió a diputados y, muy ajustado, Pino Solanas a senadores. Carrió recibió votos anti K de la alta clase media de la zona norte porteña. Martín Lousteau y Rodolfo Terragno hicieron buen papel, mientras perdió la dupla Victoria Donda-Alfonso Prat Gay: no pasaron el piso del 22% que ellos mismos habían impulsado y no integrarán la lista definitiva. La pila de votos de UNEN no oculta que es una verdadera bolsa de gatos, donde a la primera de cambio cada uno irá por un lado distinto. Como la vieja, esta nueva Alianza no es la alternativa de cambio que el pueblo trabajador necesita.
Tercero cómodo quedó el Frente para la Victoria, con menos del 20% a Daniel Filmus y menos del 19% a Juan Cabandié. Es probable que Filmus deje de ser senador. El kirchnerismo porteño pagó un doble costo político: el desgaste del gobierno nacional y también su rol funcional a Macri con el pacto PRO-K.
Dividido, el espectro a la izquierda de los partidos tradicionales lo encabezó el FIT como parte de un fenómeno nacional. A diputados Jorge Altamira sacó un 4,18%, casi lo mismo que en las PASO de agosto de 2011.
Luis Zamora tuvo un 3,3% a diputados, cifra que no se condice con su nula presencia como construcción política sino con el recuerdo de su figura individual, reaparecida después de la elección legislativa anterior hace cuatro años.
En cambio fue más que escaso el score de Camino Popular, la alianza de Claudio Lozano con Itai Hagman de Marea Popular. Si bien pasó el piso, Lozano cayó de 204.000 votos y 11% a diputado por el FAP en las PASO de 2011 a los magros 44.500 votos y 2,35% a senador esta vez. Su negativa a formar un frente con el MST es un error político que merece un debate más profundo.
En este marco, aunque desde Nueva Izquierda desarrollamos una gran campaña, pegamos en el poste.
P. V.