El jueves 15 de agosto por la noche se realizó un nutrido acto frente a la embajada de Paraguay en Buenos Aires: “Indignados por la asunción” repudiando la llegada al poder del presidente colorado Horacio Cartes, quien ese mismo día tomó posesión del mando en Paraguay.
El acto fue convocado por el Movimiento 138 de resistencia de la migración paraguaya en Buenos Aires y contó con el apoyo de diversas agrupaciones: el Frente Guazú, el Frente de Trabajadores Paraguayos, la agrupación 22 de agosto, la Fede, la agrupación Mujeres sin miedo y el MST.
El Movimiento 138 denunció que Cartes viene a cerrar el ciclo golpista con un «broche de oro»: la vuelta de los colorados al gobierno, quienes despues de casi 40 años en el poder tuvieron que dejar la presidencia por un periodo de 4 años y medio. Eso duró el gobierno de Lugo, hasta que fue destituido por un golpe parlamentario en el que se aliaron colorados y liberales con el resto de partidos de derecha.
Denunciaron también que se erige sobre el asesinato de dirigentes sociales y campesinos, persecuciones políticas, apoyo al imperio norteamericano y rechazo a la unión latinoamericana. Este nuevo gobierno significa vía libre al agronegocio y a los eventos transgénicos de la mano de Monsanto, al narcotráfico y a las empresas multinacionales que someten a salarios de hambre a los paraguayos y que también abre las puertas a las transnacionales extractivistas como la megaminera del aluminio Río Tinto Alcán.
Nuestra compañera Vilma Ripoll, acompañó el acto e hizo un llamamiento en consonancia con la resistencia en Paraguay, a resistir unificados las medidas neoliberales del gobierno, los ataques a las organizaciones sociales y a continuar sin tregua la lucha por la libertad de los presos y presas políticos de Curuguaty y por la Justicia.

Tamara Migelson