Tras el rotundo rechazo a la NES (Nueva Escuela Secundaria) propuesta por el PRO para la educación media de la Ciudad y en medio de la campaña electoral, el gobierno porteño definió suspender su aplicación hasta en 2015. S se trató de un triunfo de los docentes y estudiantes, que desde el año pasado vienen rechazando esta propuesta inconsulta que no tiene nada que ver con las necesidades de la educación pública.
Para no ser derrotado completamente el macrismo se lanzó a la búsqueda de escuelas que apliquen la NES como “experiencias piloto”. Por lo bajo, las autoridades salieron a prometer beneficios a las escuelas que se sumaran a la iniciativa. Aunque ha sido una pequeña minoría de escuelas la que aceptó, la intención del machismo es utilizarla para imponer la reforma lugar por lugar. Si tomamos en cuenta la negativa del Consejo Federal a aceptar el pedido de más especialidades hecho por los normales, también se ve de qué lado está el gobierno nacional.

Unidad para derrotar la NES 

El mayor problema que enfrentamos para derrotar las maniobras es la desunión del movimiento docente. Cada escuela trata de defenderse por separado y de esa manera nos perjudicamos todos. Para unirnos son fundamentales los sindicatos docentes. Ademys ha rechazado la NES. Equivocadamente, UTE definió en su plenario que cada escuela defina qué hacer. Los demás gremios ni hablan.
Tenemos que reclamar una posición unificada frente a este proyecto que es negativo para nuestra educación. Por eso, en cada colegio hay que reclamar a los delegados gremiales y a los dirigentes, sean del gremio que sean, que defiendan a las escuelas de estas maniobras del PRO. En las próximas jornadas institucionales del 5 de septiembre tendría que ser rechazada la NES, incluyendo la “experiencia piloto”.
Cuando esta edición esté en la calle, los secundarios harán una jornada de cortes. Se está debatiendo realizar una movilización docente-estudiantil el 11 de septiembre y pueden repetirse las tomas del año pasado. Tenemos que unirnos los docentes y estudiantes. Si lo logramos, podemos derrotar definitivamente esta reforma anti-educativa.

Martín Torres Alternativa docente