Como lo sabe cualquier usuario del subte continúan los trastornos en la Línea B, donde Macri “inauguró” de apuro dos estaciones con tal de juntar votos. El 30 de julio, en la estación Alem un supervisor tuvo que pasar 40 minutos debajo de un tren con riesgo eléctrico. El 15 de agosto, en la estación Juan Manuel de Rosas descarrilaron dos vagones al entrar a la nueva cochera. Y no se terminaron de resolver los déficits de seguridad, por lo cual el servicio sigue condicionado.
La B no es la única línea con problemas. En conjunto, uno de cada cinco coches del subte está en reparación o directamente fuera de servicio. En la C, el 21 de agosto hubo un principio de incendio entre las estaciones San Martín y Lavalle. En la D, todos los días falla algún tren o en las horas pico los pasajeros deben dejar pasar varias formaciones para poder subir e igual viajar como ganado.
La Línea A merece un párrafo aparte. Ahora el gobierno dice que pronto abrirá las recontra demoradas estaciones Flores y Nazca, pero existe el riesgo de que lo haga como en la B: sin las condiciones de seguridad necesarias. Y como faltan coches, Macri pretende volver a comprarlos a China. Costarán 190 millones de dólares y… ¡en caso de juicio se somete a un tribunal en Gran Bretaña!

Una buena: la Cámara ratificó la tarifa a 2.50

En medio de las pálidas, hace pocos días la Sala II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo y Tributario porteña le dio la razón a nuestro diputado Alejandro Bodart, rechazó la apelación presentada por el gobierno porteño y ratificó la medida cautelar que mantiene la tarifa del subte a 2,50 pesos.
Como bien dijo Bodart, autor del amparo que desde hace cinco meses frenó el tarifazo del subte a 3.50, “este fallo es una derrota política para Macri y económica para Metrovías, que sin auditoría ni justificación alguna quieren hacerle pagar los costos al usuario porque sólo entienden al servicio público como un negocio privado. Ya antes la Cámara había rechazado otra apelación del fiscal. El boleto sigue entonces a 2.50 hasta que el juez Pablo Mantaras resuelva la cuestión de fondo.”
Desde la marcha a Plaza de Mayo realizada por familiares de Once, pasajeros, ferroviarios y distintos sectores políticos, Bodart agregó: “Esta movilización conjunta plantea la única solución real al desastre de los ferrocarriles: la reestatización con control social de sus trabajadores y usuarios. Es la misma salida que vengo proponiendo para el subte con mi proyecto de ley, para echar a Metrovías y tener de una vez por todas un servicio eficiente, seguro y económico.”