En Trabajo, un round para los trabajadores
El lunes 26, el juez porteño Andrés Gallardo hizo lugar a la medida cautelar solicitada por los inspectores del Trabajo y anuló su traspaso a la Agencia Gubernamental de Control, un organismo que es totalmente ajeno a las funciones de control laboral. Este revés para Mauricio Macri y sus funcionarios es un primer round ganado por los compañeros y su Junta Interna de ATE, cuya lucha venimos respaldando desde hace tiempo.
Entre otros puntos, el fallo judicial resolvió: “Ordenar cautelarmente al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires – Dirección General de Protección del Trabajo que reintegre a todo el personal a la función que desempeñaba dentro de la Subsecretaría hasta el día 31 de julio de 2013 a los fines de que se le asignen tareas relativas a su especialidad y competencia y transfiera la partida presupuestaria a dicha dependencia.”
El miércoles 28, en la puerta de la Subsecretaría de Trabajo, en Bartolomé Mitre al 600, más de 100 compañeros hicieron una combativa asamblea. Con el delegado general Edgardo Castro y los compañeros de la Junta Interna al frente, además de festejar esta merecida victoria rechazaron a los mandaderos del subsecretario Sabor. El lunes 2 a la mañana harán una nueva asamblea para retomar sus tareas habituales.
Un mes de conflicto
Con un decreto, a fines de julio Macri habilitó el traspaso. Luego, los titulares de Trabajo y de la AGC, el contador Ezequiel Sabor y el mayor retirado Juan José Gómez Centurión respectivamente, dictaron una resolución para concretar la orden macrista. De un plumazo se llevaron puestas dos leyes de la Ciudad, una ley nacional y un Convenio de la OIT que tiene rango constitucional. De ese modo atropellaron los derechos de los inspectores y desmantelaron el control estatal sobre la normativa laboral, dando vía libre a todo tipo de precarización.
La respuesta fue inmediata. Los compañeros hicieron asambleas, reuniones, conferencias de prensa, radio abierta en la puerta de la Subsecretaría, cortes de calle, recurrieron a la Legislatura y a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, y presentaron varios recursos de amparo. Recibieron la solidaridad de otros delegados y juntas internas estatales, de ATE y la CTA Capital, de Alejandro Bodart y otros diputados, y del MST-Nueva Izquierda.
El conflicto se extendió a la AGC, cuyo jefe no tuvo mejor idea que mandar a seis de los inspectores de Trabajo y a otro centenar de la Dirección General de Fiscalización y Control1 a una especie de disponibilidad. Esos inspectores afectados son mayormente de Sutecba, que también hizo un paro. Gómez Centurión llamó a la Metropolitana, cortó la luz y el agua, y por varios días la Agencia estuvo cerrada…
Ahora, ir por más
Como nos decía el compañero Castro, “además de darnos la razón, el fallo demuestra la total incompetencia del subsecretario Sabor, quien actúa ilegalmente, desprotege a todos los trabajadores y le da vía libre al trabajo en negro, infantil y esclavo, los talleres clandestinos y la inseguridad en las obras. Por este conflicto, durante más de un mes no hubo inspecciones laborales en la Ciudad”.
Bodart estuvo siempre al servicio de la pelea. Presentó una denuncia penal contra Gómez Centurión y Sabor, quien lo acusó de “denunciador serial”. También promovió un recurso de amicus curiae en apoyo a los trabajadores, que se presenta el jueves 29 al juez Gallardo, con su firma y las de otros doce diputados de diversos bloques políticos: Susana Rinaldi, Julio Raffo, Rafael Gentili, María Rachid, Virginia González Gass, Pablo Bergel, Fabio Basteiro, Edgardo Form, Adrián Camps, Laura García Tuñón, María América González y Jorge Selser.
Como siempre, el gobierno macrista intentará nuevas maniobras. Pero los compañeros del Cuerpo de Inspección del Trabajo están fortalecidos para ir por el triunfo definitivo, en defensa de sus derechos y los de toda la clase trabajadora de la Ciudad.
Pablo Vasco, dirigente del MST
1. DGFYC, a cargo de Jean-Louis Chapar.