La semana del 2 al 6 de septiembre tuvieron lugar las elecciones universitarias en la UBA. En esta oportunidad renovaron los consejeros directivos en todos los claustros. A fin de año se van a elegir decanos en cada facultad y rector en la asamblea universitaria. El cuadro de situación en la UBA después de las elecciones de agosto dio que se manifestaron fenómenos que también atravesaron las PASO.
Contra las conducciones
El primer dato saliente –más allá de que los multimedios anti-K exageran el “desplome” de La Cámpora- fue que de conjunto los oficialismos fueron castigados en cada facultad por el estudiantado. Naturalmente con desigualdades pero el cambio de manos de varios centros de estudiantes obedeció a esta lógica repetida: se votó útil para desbancar a los oficialismos. Así el Frente que conducía Medicina –que nuestra JS integraba junto a otras fuerzas de izquierda- perdió por menos de 2 % a manos del radicalismo de Nuevo Espacio, expresando desgaste en la conducción del centro. En Psicología se dio una realidad parecida: el frente El Impulso –cuya vicepresidencia encabezaba el MST- fue desplazado por apenas 35 votos por la lista del FIT, aunque se ganó la representación estudiantil en consejo directivo. Este desplazamiento político contra los oficialismos golpeó especialmente a La Mella-Marea Popular que perdió los 4 centros de estudiantes que conducía. Indudablemente la combinación de desgaste en la gestión como resultado de un débil impulso a la organización estudiantil en defensa de conquistas sentidas y su ambigua ubicación frente al kirchnerismo le hicieron pagar un precio alto. También hay un dato a valorar que se verá si hace parte del balance de esta agrupación: la negativa a articular políticamente confluencias con sectores de la izquierda de una vertiente distinta de la reivindicada por este espacio.
El kirchnerismo sigue sin despegar
En la UBA los K co-gobiernan con la UCR. Es la ecuación que explica la continuidad de la Ley de Educación Superior noventista, el régimen antidemocrático que habilita la hegemonía de una casta profesoral minoritaria, el ajuste presupuestario, la precarización de miles de docentes ad-honorem y el avance progresivo de la CONEAU. Con esa ubicación nunca pudo calar en el movimiento estudiantil y su retroceso acompaña la decadencia de este proyecto a escala del país. La prueba es que en facultades como Sociales –uno de sus enclaves más sólidos– perdió la mayoría estudiantil en el consejo directivo. En varias facultades terminó rezagado y marginal.
También en la UBA, una alta votación a la izquierda
Después de la recuperación en 2001 de la FUBA, la izquierda a través de distintos actores se fue consolidando en la conducción de centros. En esta oportunidad la versión estudiantil del FIT –La Izquierda al Frente- logró mantenerse en la conducción de 4 de los 12 centros de estudiantes donde se realizaron elecciones. Este es un dato categórico de la elección a resaltar y expresa en la UBA un fenómeno semejante –de forma concentrada- que el que se dio en las PASO. Nuestra crítica a la concepción sectaria y autorreferencial excluyente de estas fuerzas, no nos impide reconocer el componente positivo del voto de estudiantil a la izquierda en general.
Los desafíos del movimiento estudiantil y la política de la JS en la UBA
De cara a lo que se viene está claro que hace falta abrir un proceso deliberativo en el movimiento estudiantil de conjunto. Las expresiones de izquierda que se fortalecieron en esta elección ya condujeron los centros que ahora recuperaron y la experiencia fue de balance negativo. La lógica aparatista y limitada a la vanguardia militante alejó los centros de las necesidades e inquietudes del conjunto del movimiento. A la vez, la experiencia reciente con la Mella-Marea Popular también presentó limitaciones que desde nuestra ubicación planteamos: no alcanzó con gestionar y tener iniciativas por fuera de las reivindicaciones más sentidas. Es preciso organizar democrática y masivamente la pelea por conquistas centrales del estudiantado –y para eso la delimitación de los decanatos es central- y a la vez es clave articular con la izquierda de tradición diferente a la llamada “independiente”. Para ese desafío, para encarar la movilización que impida una nueva elección fraudulenta del rector en diciembre, contra el avance de la CONEAU y más presupuesto es clave trazar esa perspectiva para el movimiento. Desde la Juventud Socialista del MST-Nueva Izquierda estamos convencidos que esa tarea es posible y vamos a poner nuestra fuerza militante a disposición de ese objetivo.
Juventud Socialista – UBA