El candidato K, Martín Insaurralde, movió el avispero con sus declaraciones a favor de bajar la edad de imputabilidad de 16 a 14 años. Luego de eso fue Scioli el que avanzó en la creación de un nuevo Ministerio de Seguridad bonaerense, poniendo al frente del mismo al “sheriff” Granados y para completar enviaron miles de gendarmes al conurbano. Estas movidas forman parte de un intento del gobierno por remontar la paliza que sufrieron en agosto, pero que solo apela a la represión y el control, sin atacar los problemas de fondo que generan inseguridad y de los cuales ellos mismos son los responsables.
Tanto Massa como Stolbizer salieron rápidamente a intentar aprovechar el tema inseguridad para postularse, aunque lo único que dejaron en claro, es que no plantean ninguna medida de fondo para solucionar este problema.
Margarita lanzó junto al radicalismo su “propuesta” que consiste en discutir cual es el presupuesto para la policía municipal, la colocación de cámaras y el “control del espacio público”. De atacar la pobreza y la desocupación ni hablemos.
Massa por su parte, presentó su propio proyecto de Policía Municipal y anunció que “no pondría palos en la rueda” a la designación de Granados como nuevo ministro y solo criticó al Sciolismo por la “demora” en tomar el tema.
Ante un tema tan importante para todos los bonaerenses, que sufrimos en carne propia la inseguridad en cada barrio, estos maquillajes electorales no significan ninguna salida de fondo.