El sábado 14 se hizo el 16º Encuentro Regional de Mujeres del noroeste y oeste del Gran Buenos Aires. Cientos de compañeras nos reunimos en la Escuela Media 7. José C. Paz es el territorio de Ishii, uno de los barones del conurbano más ligados al gobierno K, donde las patoteadas a l@s luchador@s son costumbre.
Como en otros municipios, allí tampoco las mujeres tenemos cobertura ni apoyo frente a la violencia de género y demás problemas. Por eso hubo una amplia participación en las charlas y talleres, siendo muy concurridos los de trata. También se hizo sentir el reclamo por el aborto legal.
Desde varias semanas antes nos organizamos para participar. Al Encuentro fuimos más de 50 compañeras, jóvenes, estudiantes, docentes y de distintos barrios. Llevamos nuestras propuestas a los talleres. Vilma Ripoll fue muy bien recibida y en la radio abierta contó la experiencia de lucha por la libertad de María Ovando.
También armamos dos mesas con libros y materiales, vendimos remeras y comidas, y volanteamos invitando al Encuentro Nacional en San Juan. Muchas compañeras se anotaron para viajar con nosotras. En la marcha final se destacó nuestra columna, con banderas, pancartas y batucada.
Mujeres del MST Nueva Izquierda
¿Cómo dar la pelea por nuestros derechos?
Entre otros temas, en el movimiento de mujeres existe un debate sobre cómo mejor luchar para lograr nuestros derechos: ley de aborto, respuesta ante la violencia de género, combate a las redes de trata, educación sexual, entre tantos otros.
Para imponer en la agenda política nacional los reclamos de las mujeres, es un error ceder a las presiones políticas de los partidos del sistema y de la cúpula de la Iglesia. Por eso criticamos la actitud oportunista de la comisión organizadora del Encuentro de Mujeres en San Juan, monopolizada por el PCR-CCC, que postergó la fecha por imposición del gobernador Gioja, retrógrado y megaminero.
A su vez, y valorando la importancia de los Encuentros, es evidente que además de los talleres hace falta una instancia genuina de coordinación entre todas las organizaciones de mujeres para resolver medidas de acción unitarias y concretas para avanzar.
Tampoco sirven las posiciones sectarias como las de Pan y Rosas o el FIT, que plantean una supuesta “gran asamblea de las que luchan”… ¡convocada por ellas mismas! En José C. Paz sólo repartieron un volante crítico desde afuera, sin participar. De hecho, esa línea es rupturista de los Encuentros. Para unir no caben autoproclamaciones ni divisionismos.
Las Mujeres del MST-Nueva Izquierda creemos que el único camino para ganar es construir la más amplia unidad en la diversidad.
Hay que tomar ejemplo del movimiento LGBT, que en poco tiempo logró evidentes avances. A 28 años del primer Encuentro Nacional, es evidente que reunirse una vez por año es insuficiente. Pero no por ello hay que romperlos, sino impulsar y construir una instancia superadora, plural, donde respetando las divergencias entre las distintas organizaciones de mujeres prioricemos los puntos de unidad para la acción y la movilización.
No está escrito que no podamos hacerlo.
María Damasseno
