Pablo Ferreyra fue presentado por Alternativa Popular como candidato del FPV a diputado nacional por la CABA. Dijo representar a la juventud y apoyar las “medidas estructurales que se han hecho a nivel político correctamente” y avisando que no va a ser “oposición a Mauricio Macri porque sí”.
¿Acaso no se enteró de las escuchas a las charlas entre Tomada y Pedraza? ¿Ni de las insuficientes condenas de Pedraza y sus socios, que deberían tener cadena perpetua? ¿O que no hubo responsables políticos juzgados? Al sumarse a las listas K, Ferreyra termina siendo funcional a la utilización electoral del asesinato de su hermano que quiere hacer el kirchnerismo.
Para nosotros es imposible olvidar que los K intentaron salvar a Pedraza, a la patota y a la policía federal y que sólo les soltaron parcialmente la mano a los asesinos de Mariano cuando los obligó la movilización y el reclamo popular.
Tampoco implica algo distinto para la Ciudad, ya que Pablo Ferreyra se niega a oponerse consecuentemente a Macri. Con esto continua con la política del kirchnerismo, caracterizada por sus pactos con el PRO.
Ni el FPV ni Pablo Ferreyra son un ejemplo para la juventud. Sí lo fue Mariano y lo son los miles y miles de jóvenes que le dan la espalda a la vieja política y buscan un nuevo camino en la izquierda, rechazando la inflación, la desocupación, el pago de la deuda externa, el acuerdo con Chevrón, los bajos salarios y no pagar el 82% móvil.
Para que haya futuro, hay que cambiar todo, seguir luchando y animarse a cambiar votando a la izquierda tricolor.
Rubén Tzanoff