MST - Movimiento Socialista de los Trabajadores Lunes 27 de Agosto, actualizado hace 4 hs.

Pacto PRO-K contra la educación pública

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La «Nueva Escuela Secundaria de Calidad» (NESC)

Desde el hace varios años el gobierno macrista en unidad con el Consejo Federal de Educación -el organismo que nuclea a todos los ministros de educación del país- pretende sin éxito aplicar las reformas de la «nueva secundaria». Se trata nuevos planes de estudio que elabora el Gobierno de la Ciudad para ponerse a tono con los cambios impulsados en todo el país y homologar de esa manera, a nivel nacional, los títulos otorgados. Después de fracasar el intento por aplicar desde el año pasado la reforma, este año volvieron a la carga ambos gobiernos. Sin embargo, los planes siguen naufragando frente a la lucha estudiantil.
Está fuera de debate que la educación pública necesita cambios. Es sencillamente una posición conservadora oponerse a discutir esa realidad. Pero lo que decimos de forma contundente es que la reforma impulsada por el PRO en la CABA en acuerdo con el gobierno nacional no va a resolver ninguno de los problemas fundamentales de la educación secundaria.
Tenemos que partir de explicar el marco de aplicación -o intento por hacerlo- y que no es otro que las leyes de educación votadas por impulso del kirchnerismo. De lo que se trata en este artículo es de intentar aportar nuestra visión del carácter de estas reformas, los objetivos que persigue y nuestra propuesta alternativa.

¿Qué cambios impulsa la NESC?

Según el PRO, lo que llaman Nueva Escuela Secundaria de Calidad contempla «la actualización de los contenidos curriculares, que datan de 1960», con la idea de «incorporar metas orientadas al desarrollo de habilidades y competencias del siglo XXI, fundamentales para la inversión en el mundo laboral y la socialización de los jóvenes». Veamos qué hay de cierto en todo esto.
La Capital del país es un banco de pruebas para las reformas educativas del pacto PRO-K. Para empezar es importante señalar que en este distrito ningún gobierno pudo aplicar la Ley Federal de Educación (LFE) del menemismo -y en cuyos equipos técnicos trabajó Filmus.
Esta realidad explica que exista en Buenos Aires una oferta de orientaciones y perfiles en la escuela secundaria enorme. En total, 158 orientaciones distintas. La razón de fondo por la cual en la CABA -como en Neuquén- nunca se pudo aplicar la LFE radica en la vitalidad del movimiento secundario y de sectores de la docencia que resistió todas las ofensivas vaciadoras. La NESC en concreto, impulsa las siguientes modificaciones en la CABA:

  • Se reducen las orientaciones diversas que hay en las escuelas de la Ciudad a solo 10 elegidas de forma arbitraria y con enormes confusiones, mezcla de materias, inconsisten-cias pedagógicas y otros problemas.
  • Se imponen materias de formación general para todas las escuelas, sin tener en cuenta las particularidades que existen hoy. O sea, se pretende montar un ciclo básico común de materias sin tener en cuenta la instrumentalidad en relación a cada orientación específica.
  • Se eliminan materias claves, como Historia o Geografía, en algunos años
  • En los técnicos se incorpora trabajo en pasantías gratuitas como condición de aprobación de asignaturas completas y de titulación definitiva.
  • Degrada los títulos al eliminar, por ejemplo, el perito mercantil.
  • En definitiva, se iguala hacia abajo la formación secundaria, se empobrecen las orientaciones, se eliminan materias de contenido social y político de incentivo al pensamiento crítico y se tiende a un tipo de formación estandarizada, profesionalista y acrítica. Tiene todas las marcas del modelo educativo neoliberal.

Improvisación, electoralismo y retroceso político

La aplicación de estas reformas ofrece varios puntos flojos. Primero, no hay diseños curriculares en los profesorados de formación docente con los cambios especificados en los nuevos planes. No se garantiza estabilidad docente para aquellas materias que desaparecen o se degradan a la imprecisa categoría de «taller» o «materia opcional». Ahora el macrismo anunció que hasta el 2015 no se aplicaría ninguna reforma. Es evidente que las llamadas «jornadas institucionales» planteadas en la lucha secundaria del año pasado como mecanismo de construcción colectiva y democrática de una propuesta de cambios superadora, fueron una pantomima que generó más reacción en el movimiento estudiantil. Por eso todas ellas tuvieron como marco cortes de calle, sentadas, asambleas, abrazos y distintas medidas en defensa del contenido de los planes actuales.
Para evitar un nuevo proceso de lucha educativa de escala superior, el PRO retrocedió con los planes de aplicación de la NESC este año. Este dato que tiene marco electoral, también expresa una correlación de fuerzas que sigue siendo favorable al estudiantado.

Recuperar la unidad del sistema educativo y aumentar el presupuesto

El relato oficial sobre la urgencia de esta reforma se apoya en «unificar los planes de estudio a nivel nacional». Sin embargo, lo que discute ni el kirchnerismo ni el PRO es como recuperar la unidad nacional del sistema educativo empezando por aumentar el presupuesto, recomponer el salario docente a escala nacional y discutir una actualización de contenidos en base a un debate democrático, en todo el país y que de protagonismo a los verdaderos protagonistas de la educación: estudiantes y docentes.
La necesidad de una revolución educativa es innegable. Sin embargo, bajo los parámetros de vaciamiento capitalista y precari-zador de gobiernos como el nacional o el del PRO difícilmente se avance en esa dirección.

Mariano Rosa

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