A pesar de los anuncios de Randazzo: Continúa el ferrocidio

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Como un boxeador aturdido por los golpes, el gobierno dispara anuncios como puñetazos. El guantazo electoral fue duro, pero más duro es el de la realidad cotidiana. No hay revolución ferroviaria, pero siguen las tercerizadas, los accidentes y las muertes.

Las últimas estatizaciones sólo intentan disimular que desde hace diez años, estos púgiles venidos a menos, estuvieron junto a las patronales y a la burocracia hundiendo el ferrocarril y pegando contra los trabajadores.

La única verdad es la realidad 

Es de público conocimiento que el Menemismo en complicidad con los empresarios del transporte y la burocracia sindical de José Pedraza, Sassia y la Verde fueron los principales comandantes del desguace ferroviario en Argentina. Se repartieron los negocios a costa de miles de puestos de trabajo, destruyendo una extensa red que unía casi todos los puntos del país y mantenía vivos los pueblos del interior profundo.
Lo que es menos conocido, pero se puede percibir a simple vista, es que el Kirchnerismo gobernante, apoyándose en los mismos actores, garantizó la continuidad del proceso de privatizaciones y lo profundizo. Escondiendo detrás de las tercerizadas y las Unidades de gestión operativa la continuidad del desastre. Esta política tiene responsables concretos: Jaime, Schiavi, Luna, De Vido, Pedraza y tantos otros, sus resultados se miden en muertes de trabajadores y usuarios. La última víctima es un motorman del Belgrano Cargas, muerto por el impacto de una rama con la cabina en un tramo, que hace años, no tiene el menor mantenimiento.
Más allá de los anuncios «revolucionarios» de Randazzo, la única verdad es que diez años de entrega no pueden ser resueltos por los mismos que lo provocaron.

Atacan a los trabajadores, ignoran a los usuarios y salvan a los empresarios

Este parece ser el lema oficial, en lugar de formular un plan de acción en base a las opiniones y los aportes de los que más conocen como funciona el ferrocarril y de los principales afectados por su situación de deterioro. El gobierno elige nuevamente el camino del autoritarismo y los negociados.
Con las cámaras en las formaciones, controles de alcoholemia y análisis de sangre y orina a los trabajadores pretender amedrentar y exponer a los que cada día con nuestro esfuerzo sostenemos el funcionamiento del servicio: los trabajadores. Randazzo se hace el duro por los medios, pero esa dureza nunca la uso para enfrentar el saqueo empresario ni para encontrar a Jaime mientras estaba prófugo.
Mientras los familiares de Once y Castelar reclaman que se avance en la justicia y en medidas concretas para viajar seguros, proponiendo que los políticos responsables sean juzgados empezando por De Vido (actual ministro K), Randazzo compra trenes en China endeudando más al país y continuando con la destrucción de la industria nacional. Ahora hasta quiere que sean los militares los que «reparen» las formaciones. Los trabajadores ferroviarios somos los que estamos capacitados para esa tarea y no queremos que una institución comandada por un represor de la última dictadura y relacionado con el espionaje y las desapariciones de compañeros ponga un solo pie en el ferrocarril.
Por eso denunciamos que las estatizaciones truchas del Kirchnerismo no son ninguna solución a los problemas de fondo y que solo pretenden generar un impacto electoral y salvar a los empresarios que nos hundieron. Por este motivo el decreto de «estatización» dice claramente en su artículo 2 que las obras en curso y las que se concesionaran seguirán en manos de Romero y Roggio. Es decir continuara el festival de subsidios y corrupción Kirchnerista.

Por una empresa Nacional Ferroviaria, estatal y controlada por trabajadores y usuarios 

Lo que necesitamos para dar vuelta la historia y avanzar a toda máquina por el camino de la reconstrucción de nuestro sistema ferroviario, generando fuentes de trabajo y garantizando la efectividad y seguridad para todos es terminar con las corruptelas y negociados del gobierno, la burocracia y los empresarios. Para eso no alcanzan las estatizaciones para la tribuna. Tenemos que construir una gran empresa nacional ferroviaria que desde el estado asuma el monopolio del servicio de pasajeros y cargas, con un control y participación directa de los trabajadores y los usuarios. De esta forma con los recursos que se destinan podríamos volver a fabricar y reparar locomotoras, vagones y vías en los talleres que hoy están inactivos. Multiplicando las fuentes de trabajo, reactivando la industria y evitando al mismo tiempo que el ferrocarril se transforme en una nueva Aerolineas comandado por la Campora. Los trabajadores, junto a los usuarios y las organizaciones venimos empujando por esa salida.

Claudio Carreño, Dirigente Lista Violeta FFCC Mitre

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