La única estatización es con control social

El sábado 19/5, el tren Chapa 5 se estrelló contra los paragolpes de la estación de Once, los arrancó y se deslizó hasta molinetes, produciendo más de 100 heridos entre los pasajeros, que venían del oeste del conurbano y de la capital. Una vez más, la descarada mentira kirchnerista de «revolución ferroviaria», mostró su verdadera cara: subsidios a las empresas, desinversión, falta de mantenimiento y lamentables accidentes fatales -más de cuatro con decenas de muertos y mil heridos, solo en los últimos 20 meses en el ferrocarril Sarmiento-
Al producirse este accidente pocos días antes de las elecciones, y cuando las imágenes de lo que los familiares y amigos de las víctimas han llamado para siempre «la Masacre de Once» están todavía presentes, el superministro de Interior y de transporte Randazzo, tuvo que salir a las apuradas, sin consultar ni con Cristina ni con Boudou, a anunciar «la estatización del ferrocarril Sarmiento».

Una estatización mentirosa y un nuevo ataque a los trabajadores ferroviarios

Randazzo anunció en conferencia de prensa, que la línea Sarmiento «sería operada por el Estado, porque se habían detectado varias irregularidades del motorman en viajes anteriores y porque estas no habían sido sancionadas por la empresa UGOMS que controlaba el ramal». Lo que Randazzo no dijo es que la sociedad UGOMS, fue auspiciada por el gobierno nacional, cuando le quitaron la concesión a la empresa TBA, propiedad del grupo Cirigliano, amigo y socio de los K durante una década. Y que ya existen otros ferrocarriles «operados» por el Estado, donde muy pocas cosas han cambiado.
Desde que inició su gobierno, el kirchnerismo mantuvo y amplificó la política menemista hacia el ferrocarril. Subsidios millonarios a las empresas privadas que no solo no invirtieron nada, sino que fueron vaciando y destruyendo el servicio hasta hacerlo colapsar, siempre con la complicidad del poder político y la burocracia sindical, tanto de la UF como de La Fraternidad.
No hay estatización posible ni real sin un verdadero plan integral para que la industria y el servicio ferroviario esté al servicio del pueblo, que es quien lo utiliza. Sin reactivar los talleres ferroviarios y construir trenes y locomotoras en el país, con la mano de obra altamente calificada que tenemos. Sin renovar todas las vías y toda la infraestructura ferroviaria, sin hacer un plan integral para la carga y el servicio de pasajeros. Sin recuperar los miles de kilómetros de vías que Menem cerró y que el gobierno actual mantuvo.
El nuevo accidente le dio lamentablemente la razón a los familiares de las víctimas de Once y a los trabajadores ferroviarios, que vienen denunciando un plan para destruir el servicio, al que se suma ahora el intento de culpar a los trabajadores.
La estatización que se necesita es integral, de todas las líneas, de todo el servicio ferroviario, sacar a las privadas y embargarles sus bienes, para invertir ese dinero en obras y material rodante.
Una estatización con control social por parte de los trabajadores, los usuarios y los familiares de las víctimas de Once, es la única salida a este sistema de colapso a que han llevado el ferrocarril. Esto no es lo que propuso Randazzo.

C.U.