Desde hace varias semanas, los hechos sucedidos en varias facultades de la UBA han vuelto a poner sobre el tapete un reclamo que ya lleva larga data: la necesidad de democratizar los distintos órganos de cogobierno.
La elección anticipada de decanos en todas las facultades y la convocatoria a la Asamblea Universitaria para elegir rector el 5 de diciembre vuelven a poner de manifiesto que las autoridades de la universidad no tienen el más mínimo interés en avanzar en la reforma de los estatutos de la UBA para democratizarla sino, que una vez más se pretende renovar todas las autoridades manteniendo la actual y antidemocrática composición de los órganos de cogobierno.
El estatuto de la UBA, uno de los mas retrógrados del país, garantiza que los decanos y el rector sean elegidos de manera indirecta por organismos colegiados donde un puñado de representantes, en su inmensa mayoría profesores titulares, tienen una mayoría decisiva en desmedro de las representaciones de la mayor parte de los docentes y los estudiantes. Incluso, a diferencia de otras universidades, estas representaciones son solo integradas por las primeras y segundas minorías de cada elección de claustro sin contemplar la proporcionalidad de las distintas expresiones políticas que participan de las mismas. Este régimen anacrónico, que no ha sufrido modificaciones sustanciales desde 1962, es el que permite que una auténtica camarilla de una minoría de profesores controle por completo los destinos de la UBA.
Ya en el año 2006, desde la FUBA, y encabezando una de las movilizaciones mas importantes por la democratización, se le había dado estado público a este problema, logrando en ese momento frenar la candidatura a Rector de Atilio Alterini, un colaborador de la dictadura militar del 76, que era promovido por la camarilla de profesores. Las tomas y movilizaciones masivas de aquellos años habían logrado por primera vez también colocar con fuerza la necesidad de la reforma de los estatutos para avanzar hacia las reivindicaciones más sentidas por los docentes y los estudiantes: el claustro único docente, para borrar la artificial división entre profesores y docentes que le quita representación a estos últimos; el aumento de la representación estudiantil para intentar alcanzar al menos la paridad con el claustro docente; la elección directa (una persona, un voto) de los decanos y el rector, para evitar que solo un grupo selecto de representantes elija por todos y la integración proporcional en todos los órganos de cogobierno, para garantizar una mayor pluralidad e integración de todas las expresiones políticas; la participación con voz y voto de los trabajadores no docentes en el gobierno de la universidad. Pero ese proceso, se cerró con la complicidad del gobierno nacional, que prestó tanto en 2006 como en 2009 las instalaciones del Congreso Nacional para que la asamblea universitaria nuevamente vuelva a elegir rector sin reformar los estatutos mientras se reprimía ferozmente a miles de estudiantes y docentes frente al mismo. El rector Hallú, que asumió en 2006 con la promesa de reformar los estatutos ya atravesó dos periodos de gobierno en los que jamás avanzó en este sentido.
La negativa a democratizar la UBA del claustro de profesores no es sólo un problema formal, sino que obedece a una política que busca mantener el control de esa minoría sobre la producción del conocimiento, sobre el millonario presupuesto que maneja la misma y el control cada vez mayor de la investigación y los negociados con empresas privadas que proliferan en la universidad. Necesitan controlar la UBA para garantizar en el próximo período la acreditación de cada vez más carreras a la Coneau, órgano externo a la universidad que evalúa a las mismas con criterios mercantilistas.
En la UBA comienza la primavera
En los últimos meses, una serie de luchas comienzan a despertar al movimiento estudiantil de nuestro país. Córdoba, Tucumán, Salta y la histórica lucha de los estudiantes de La Rioja, que impuso la renuncia del rector y todos los decanos, designó un gobierno provisional en asamblea y abrió un período de reforma de los estatutos para democratizar la universidad de esa provincia, muestran que el movimiento estudiantil, empieza a ponerse a tono con las luchas juveniles que atraviesan nuestro continente desde Chile hasta Brasil. Es así, que desde hace varias semanas, aunque aún con poca participación del conjunto de los estudiantes también en la UBA comienzan a calentarse motores de cara a la antidemocrática convocatoria a la elección a Rector del 5D. Los escraches a las elecciones anticipadas de decanos en las facultades y de consejeros superiores en el rectorado, así como las tomas de facultades y jornadas de discusión sobre la democratización son ensayos que van instalando progresivamente este debate y tienen como objetivo lograr la necesaria masificación de este proceso para impedir la nueva y antidemocrática elección de rector. Mientras las autoridades se preparan para elegir a Alberto Barbieri, ex decano de Económicas, con fuertes vínculos y negociados con Julio de Vido y con el PRO en la ciudad, los estudiantes nos preparamos para hacer caer esa asamblea y por esa vía volver a abrir una crisis que como en 2006 ponga a la orden del día la necesidad de la reforma de los estatutos. Mientras tanto, los decanos “opositores” de Filosofía y Letras, Sociales y Exactas, solo atinan a proponer una candidatura alternativa y testimonial a rector, posiblemente de Jorge Aliaga, ex decano de Exactas que acumuló el mérito de haber dormido tres noches seguidas en su facultad para evitar una toma de su Decanato, mostrando que ya son sólo una versión deslucida y totalmente aggiornada al statu quo imperante.
En estos días, tenemos por delante garantizar buenas jornadas de debate y asambleas con el conjunto de estudiantes y docentes y preparar la participación masiva el 5 de diciembre para garantizar con la unidad de todos los Centros de Estudiantes y la FUBA que ese día seamos miles los que recojamos las banderas del 2006 y avancemos de una vez por todas hacia una UBA democrática.
Juventud Socialista del MST
Desde la FUBA y la conducción de los Centros de Estudiantes:Hay que impulsar la lucha sin más dilaciones
En un intento por llegar a la asamblea del 5D con la menor cantidad de internas abiertas, las autoridades de la UBA adelantaron las elecciones de Decanos en todas las facultades. Desde las asambleas estudiantiles se comprendió que escrachar estas elecciones en cada facultad era una oportunidad para ir masificando la pelea de cara a la elección de Rector. Pero lamentablemente, la flamante conducción de la mayoría de los Centros de Estudiantes, La Izquierda al Frente (PO-PTS), no preparó estas acciones y en casos como en Filosofía y Letras directamente actuó una vez elegido el Decano. Las tomas, que en su mayoría fueron débiles fueron prácticamente impuestas a la conducción, quién llegó al extremo de desconocer la votación de la mayoría de las asambleas de impedir la elección de los Consejeros Superiores en el Rectorado, intentando transformar esa acción en un acto testimonial y minoritario sin siquiera las banderas de la FUBA y los Centros de Estudiantes. El temor a perder espacio electoral en las facultades entre aquellos estudiantes que todavía no apoyan las tomas y a aparecer con posturas combativas que les podían jugar en contra públicamente a días de las elecciones nacionales los paralizó al punto de no preparar al movimiento estudiantil para los desafíos que se vienen. La convocatoria a las jornadas de debates en las distintas facultades esta en manos de las comisiones de base y algunas agrupaciones pero no es impulsada fuertemente desde las conducciones de los Centros. Quizá la negativa a defender el reclamo de elección directa de las autoridades de la UBA por parte de PO sea uno de los motivos también que los lleva a no poner el énfasis necesario en esta pelea que inevitablemente va a colocar este punto en la agenda de la universidad. Hacemos esta crítica con la intención de que se produzca un cambio de actitud que permita buscar la unidad necesaria para que en el movimiento estudiantil de la UBA dejen de primar las peleas de aparato y se ponga el centro en la unidad necesaria de todos los estudiantes y las agrupaciones que luchamos por la democratización, unica forma de lograr masificar esta pelea y triunfar.
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