Amplia, plural y anticapitalista
Vivimos una profunda crisis económica y social. Somos millones los que peleamos por llegar a fin de mes y los gobiernos no quieren darnos aumentos salariales acorde a la inflación; pero los funcionarios cobran fortunas. A nuestra juventud le niegan el futuro destruyendo la educación pública, mientras los hijos de los grandes empresarios y políticos van a la escuela privada. Los hospitales públicos se sostienen por el esfuerzo de sus trabajadores, mientras CFK y los que gobiernan se atienden en clínicas privadas. Nos cobran impuesto al salario, a las mineras, petroleras y a la transacción financiera no les cobran.
El supuesto proyecto nac&pop del kirchne-rismo naufraga en medio de esta realidad y los coqueteos con el macris-mo compartiendo el proyecto de regimentar las protestas y criminalizar las luchas. Mientras tanto, aparecen en escena pre candidatos de la oposición tradicional: Massa se disputa con Scioli el apoyo del PJ. Macri bien por derecha también quiere nuclear pejotistas. La UCR con Cobos o Sanz busca extender la experiencia de UNEN con el PS y los restos del derechizado Proyecto Sur; con un perfil de centroizquierda que no es otra cosa que un modelo fracasado y de continuidad, de este régimen de desigualdad social. Rechazamos esta farsa de políticos que se pelean en la TV, pero compartieron gobiernos entreguistas en el pasado y lo seguirán haciendo en el futuro. Solo cambian epi-sódicamente de camiseta, de acuerdo a la encuesta de turno. Así fue y así será.
La hora de la izquierda, si sabemos unir amplia y democráticamente
Como contrapartida a este cambalache de la vieja política, los sectores de izquierda venimos ganando peso en las luchas cotidianas. En cada reclamo social de trabajadores y la juventud estamos presentes. También en las nuevas direcciones sindicales y en la Plaza de Mayo del último 12 de marzo; en todos lados crece nuestra representación. Desde ya, en esas luchas actuamos con matices y diferencias, no hay que negarlo porque es la realidad. Pero como intentamos hacer en la lucha docente, podemos empujar juntos partiendo de los acuerdos para fortalecer la pelea.
El retraso esencial que tenemos en la izquierda es sobre construcción política: millones se alejan de los viejos partidos y no hemos levantado una alternativa política que los integre y que refleje a toda la izquierda con su diversidad política e ideológica. Por eso nuestra propuesta es que construyamos un movimiento o frente político de toda la izquierda y las organizaciones populares que así lo quieran. Esa es la tarea pendiente si queremos de verdad derrotar a los partidos del régimen y ser opción de gobierno. Para eso, lo imprescindible es la unidad más amplia y plural de la izquierda política y social. Sin sectarismos que de antemano le nieguen la participación a nadie y sin intentos de darle a una construcción nueva un tono de centroizquierda. La alternativa que hace falta tiene que ser de izquierda y anticapitalista en su programa y a la vez amplia y unitaria para reflejar a todos los componentes. En función de avanzar por este camino, sin duda seguir actuando en las luchas es fundamental. También lo es construir un programa de profundas transformaciones que nos identifique. Solo la izquierda propone nacionalizar la banca, el comercio exterior, que se vaya Chevron y las mineras. Re estatizar el tren bajo control social, expropiar las empresas que suspendan o despidan, no pagar la deuda externa ni acordar con el Club de Paris, entre otros importantes puntos.
Como es lógico, el desafío incluye responder a la falta de unidad electoral. Hoy prima la dispersión y si bien en las últimas elecciones más de un millón y medio votaron a listas de izquierda, con una amplia unidad eso se multiplicaría. En las próximas elecciones no puede haber debates de candidaturas que dividan. Por eso hacemos una propuesta concreta: aprovechemos las internas obligatorias presentándonos juntos con el compromiso de respetar los resultados; y que esa interna ordene las listas para ir en boleta común a las elecciones generales. Si lo hacemos garantizamos la unidad y varios millones de trabajadores y jóvenes participarán y serán protagonistas de la unidad lograda. Además le damos impulso a la participación política, a la militancia y a la construcción de unidad más a largo plazo y no sólo electoral. Esta es nuestra propuesta al Frente de Izquierda, a Unidad Popular, Marea Popular, al PCR y demás organizaciones, personalidades e intelectuales de la izquierda política y social.