El ajuste en curso y las luchas de los trabajadores, en particular la de los docentes, vienen cruzando la realidad nacional desde hace rato y la convocatoria a una huelga general también viene siendo un reclamo y una necesidad. El llamado a parar el 10 llega con mucho retraso, sin movilización y sin un programa claro. Que la base decida el paro, por qué y cómo hacerlo.
El 10 de abril la CGT de Moyano y la de Barrionuevo han convocado a un paro general. Esta medida llega tarde, sin consulta entre los trabajadores ni movilizaciones, no se articula alrededor de un programa claro y no tiene propuesta de continuidad.
Por todos estos problemas y limitaciones y la lógica desconfianza que despiertan sus convocantes, en el marco de una imperiosa necesidad de un paro nacional, se impone que los trabajadores discutan en sus lugares de trabajo, en asambleas, consultas y reuniones, qué conducta adoptar, cómo organizar el paro y cómo darle un carácter activo y exigir su continuidad. La CTA que, pese a las limitaciones, impulsó positivamente las jornadas del 5 y el 12, se ha sumado luego a la convocatoria de ambas CGTs opositoras pero hasta el momento sin plantear movilizar. Es menester que los trabajadores decidan democráticamente qué hacer ente la convocatoria. Nosotros proponemos que el paro sea activo y seguido de un plan de lucha.
El gobierno K y los gobernadores y dirigentes oficialistas u «opositores», definieron que los trabajadores deben pagar los platos rotos de la crisis capitalista. Hace meses que se viene planificando este ataque a los trabajadores con medidas de ajuste ortodoxo, inflación, devaluación, impuesto al salario, recorte de presupuestos sociales y ahora un tarifazo en los servicios que se transforma en un nuevo golpe al bolsillo popular. Hay ajuste y también «reprogra-mación productiva» en el sector privado con suspensiones, despidos y amenaza de pérdida de puestos de trabajo.
Los trabajadores vienen respondiendo en todo el país con los docentes, estatales y trabajadores de la salud librando duras peleas. Esas luchas fueron determinantes para derrotar el primer intento de imponer un techo salarial con la paritaria nacional docente y obligaron al estado y las empresas a discutir cifras mayores en las paritarias. Pero sin dudas la huelga docente bonaerense fue el conflicto testigo, verdadera punta de lanza para torcerle el brazo al gobierno y su ajuste. Pese a la heroicidad y la combatividad de esos 17 días de dura huelga y de haber obligado a Scioli a poner más plata, se pudo haber conseguido mucho más. La responsabilidad central fue de los dirigentes celestes de CTERA y SUTEBA que no nacionalizaron ni profundizaron la lucha, pero la defección de Moyano y su sector de no apoyar este conflicto lanzando antes el paro nacional, y no sumarse a las jornadas del 5 y del 12 de la CTA, contribuyó no solamente a que este triunfo no sea mayor, sino a que el gobierno gane aire y se cierren paritarias testigo como las de UOM y la construcción entre otras.
El parazo del 20 N de 2012, que fue el corolario de acertadas medidas de unidad de acción de la CTA con la CGT y sectores de izquierda y que se transformó en el mayor paro general en años, no tuvo continuidad por responsabilidad fundamental de los dirigentes de ambos sectores cegetistas. Moyano y Barrionuevo dieron tregua al ajuste planificado y en su lugar se dedicaron a abonar a proyectos políticos patronales, ajenos a los trabajadores y a sostener la gobernabilidad de los K luego de la derrota electoral y para amortiguar los golpes recibidos por luchas de los trabajadores y el pueblo.
Hace falta más que nunca una huelga general con un plan de lucha para derrotar el ajuste, por ello frente a esta convocatoria del 10, desde el MST llamamos a que los trabajadores debatan y tomen en sus manos la decisión de parar y cómo hacerlo. En las asambleas nuestros compañeros plantearán tres propuestas.
1) El paro tiene que tener un programa. Partiendo del apoyo a las luchas salariales en curso y levantando un pliego de conjunto con aumento general de salarios, jubilaciones y planes sociales; $10.000 de mínimo, actualización trimestral automática según inflación y nulidad del impuesto al salario. Anular el tarifazo de gas, luz y agua, estableciendo una tarifa social y avanzando en la reestatización con control social de las empresas hoy privatizadas. Y combatir la inflación anulando el IVA, con control popular de precios, aplicando la ley de abastecimiento y sancionando las empresas formadoras de precios que no cumplan. Rechazar las exigencias de los buitres y el Club de París, dejando de pagar la fraudulenta deuda pública nacional y provinciales, destinando ese dinero para trabajo, salario, salud y educación, implementando un sistema tributario progresivo para que paguen más los que más tienen. Estas medidas deben ser parte de un plan de emergencia obrero y popular para que la crisis la paguen los de arriba.
2) El paro debe ser activo. Las asambleas y reuniones tienen que reclamar que el paro sea activo al tiempo que los trabajadores tomen en sus manos la organización y realización de actos, cortes, marchas y otro tipo de manifestación pública. La Multisectorial y la CTA tienen que impulsar acciones en todo el país, coordinando con todos aquellos sectores combativos, de izquierda y movimientos sociales para sumar fuerza. Llevaremos esta propuesta al Congreso de la CTA del 4 y 5 en Mar del Plata.
3) Se necesita continuidad con un plan de lucha. Las medidas aisladas no sirven. Ayer Moyano amenazó con nuevos paros de 36 y 48 hs. Hay que reclamar que ello se concrete y sea el inicio de un plan de lucha nacional. Los trabajadores deben tomar estas tareas en sus manos, sin un gramo de confianza en estos dirigentes.
Llamamos a realizar reuniones de activistas, asambleas, consultas y plenarios y a reclamarlos a los dirigentes, para que se debata el paro del 10 y decidan los trabajadores. Nuestra corriente llevará la posición de parar con las tres propuestas que formulamos en esta declaración.
Guillermo Pacagnini Coordinador Corriente Sindical del MST