Este 2 de abril Cristina Kirchner se dirigió al país. Hizo gala de su “doble discurso” hablando de los reclamos de Soberanía, denunciando la base militar británica, homenajeando a los caídos… Ninguno de sus anuncios, entre ellos el tradicional reclamo diplomático, puede conmover al imperio británico.
Lo hizo en el momento en que está tomando las medidas más pro imperialistas de toda la administración kirchnerista. A su pago puntual de la deuda externa, a los acuerdos para pagarle al Club de París y los fondos buitres, se suman la entrega a Chevron, la multimillonaria indemnización a Repsol, la continua enajenación y envenenamiento de nuestros recursos naturales en los convenios con las megamineras o Monsanto. Multinacionales de capitales ingleses o con fuerte componentes de éstos, favorecidas en el momento en que arriba a Malvinas una nueva plataforma de exploración petrolera.
Pese a haber señalado en su discurso que lo que prima en las relaciones internacionales no es el derecho o la justicia, sino la ley del más fuerte, se dedicó en largos tramos a denostar todas las guerras, pedir paciencia, y prometer que en un futuro incierto vamos a recuperar las islas, para de esta manera descalificar la Gesta de Malvinas. Es que el kirchnerismo es la variante más tramposa de la política de “desmalvinizar” iniciada desde la derrota de la guerra y continuada por Alfonsín, Menem, De la Rua y Duhalde.
Pretende confundir a las nuevas generaciones sobre lo que fue, pese a los milicos, una enorme movilización anti imperialista de nuestro pueblo y vacunar para que nunca a nadie se le ocurra enfrentar al imperio.
La Gesta de Malvinas fue una gran movilización anti imperialista
No es casual que el 2 de abril de 1982 estuviera precedido por un importante paro general llamado por la CGT Brasil el 30 de marzo, apenas tres días antes. La Dictadura venía deteriorándose. A la enorme bronca de los obreros y un crecimiento de la resistencia, entre ellos de los movimientos de derechos humanos, se le sumaba el abandono de la clase media, que luego de un primer apoyo pasivo, ahora sufría un fuerte deterioro en sus ingresos como consecuencia de un brutal plan de Martínez de Oz.
Galtieri y cia. reflejaban a los sectores más desclasados de las FFAA, que enriquecidos con la guerra de rapiña que tenían contra el pueblo, se confiaron de que su servilismo a EEUU iba a servirles para una rápida y exitosa negociación con el imperio británico. La realidad les quemó todos los papeles.
Al error de cálculo inicial, se les sumo que apelaron a la movilización del pueblo para intentar cubrir su maniobra, desatando como “aprendiz de brujo” fuerzas que no podían controlar y que en vez de consolidar su poder y su régimen, terminaron enfrentándolo y derrotándolo.
Las movilizaciones de decenas de miles, la colaboración activa de millones con las tarea de solidaridad con los combatientes, la inmensa solidaridad latinoamericana y de los pueblos del mundo, desmienten a aquellos que pretenden desdibujar aquellas jornadas como la de un pueblo ingenuo que había caído inocentemente en una maniobra. Desde el comienzo, a las consignas y reclamos anti imperialistas se le sumaron los cuestionamientos a la dictadura. Refiriéndose a la movilización del 10 de abril Clarín señalaba: “Pero cuando el mandatario aludió a Haig y a su propia persona, como representante del pueblo argentino, se escuchó una rechifla. Y cuando el jefe del Estado destacó en su alocución que no se permitiría que los ingleses toquen un solo metro cuadrado de nuestro territorio, la multitud volvió a vivarlo y aplaudirlo”.
En las tareas de apoyo a los combatientes el pueblo argentino conquistó enormes libertades democráticas. Los centros de estudiantes salieron de la clandestinidad, la CGT Brasil llamaba a movilizaciones, y se desarrollaban todo tipo acciones en todo el país. Acciones que terminaron en un enfrentamiento directo con Galtieri y los milicos, el 14 de julio de 1982, frente a la rendición de Puerto Argentino. En la Plaza de Mayo miles de gargantas gritaron “No sirven para la paz, no sirven para la guerra, los milicos asesinos no sirven para una mierda” entre otras consignas, en una movilización que marcó el fin de Galtieri, y abrió un cambio en el país.
Algunas fechas claves
- 30/03/1982: Huelga general convocada por la CGT Brasil, terminó con enfrentamientos con la policía y un manifestante muerto en Mendoza. El PST hizo una columna importante en Buenos Aires.
- 02/04: Desembarco de las tropas argentinas en Malvinas.
- 03/04: Resolución 502 del Consejo de Seguridad de la ONU condenando la “invasión” argentina.
- 05/04: zarpa de Inglaterra la Task Force integrada por 40 buques piratas.
- 09/04: 12.000 personas marchan en Comodoro Rivadavia en el sepelio del conscripto Mario Almonacid, muerto en el combate en las Georgias del Sur.
- 10/04: 150.000 personas en Plaza de Mayo rechazan con consignas anti imperialistas al enviado de Reagan, Alexander Haig.
- 25/04: Convocadas por la CGT Brasil, 10.000 personas en Plaza de Mayo repudian la reconquista británica de las islas Georgias. Luego aparece la foto de Astiz rindiéndose sin disparar un solo tiro.
- 26/04: Se reúne el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Reciproca). De 21 países solo EEUU no apoya a la Argentina. Por el mecanismo al servicio yanqui de este tratado, no se puede emitir ninguna resolución favorable a la Argentina.
- 01/05: Primer ataque inglés a Malvinas. Numerosas movilizaciones y acciones en los barrios.
- 02/05: Hundimiento del Crucero Gral Belgrano. Mueren más de 323 marineros. Al día siguiente la aviación argentina hunde la fragata Sheffield.
- 12/05: 150.000 personas se movilizan en Lima, Perú. Entre los miembros del Comité organizador se encuentra el dirigente del PST Argentino Eduardo Expósito.
- 24/05: Gran Bretaña consolida su cabecera de Plaza en Malvinas.
- 11/06: El Papa Juan Pablo II llega a la Argentina a predicar por la “paz”. Esa misma noche empieza la ofensiva final británica en Malvinas.
- 15/06: Se rinde Puerto Argentino. Se convoca al pueblo a Plaza de Mayo que se enfrenta a Galtieri y choca con la policía. A los pocos días cae Galtieri.
Gustavo Giménez
La política del PST
Nuestra corriente, que en aquellos años era representada por el PST, de inmediato se sumó a la gesta anti imperialista de nuestro pueblo sin depositar ninguna confianza en Galtieri y los militares. Participamos en todos los terrenos, desde la acción militar a la cual aportamos compañeros que fueron a inscribirse como voluntarios, como en el conjunto de movilizaciones y acciones planteando un programa para ganar la guerra. Exigiendo a la conducción militar el fin de la diplomacia secreta que amenazaba negociar nuestra soberanía, la restitución inmediata de todas las libertades democráticas para favorecer la movilización de nuestro pueblo, el desconocimiento de la deuda externa y el embargo a las empresas y propiedades inglesas y de su cómplice el imperialismo yanqui, apelando a la solidaridad latinoamericana y de los pueblos del mundo, que ya se expresaba en movilizaciones multitudinarias de apoyo y en el ofrecimiento concreto de armamento desde Perú, Cuba, Venezuela y Libia. Le exigíamos también a la CGT que se pusiera a organizar al movimiento obrero en torno a las tareas de movilización para ganar la guerra.
La Dictadura atrapada por sus contradicciones terminó capitulando. Pero contra lo que proclaman los derrotistas de ayer y de hoy, la guerra se podría haber ganado. No lo decimos nosotros, lo dicen los mismos comandantes ingleses, que señalan que si se hubieran tomado las medidas militares y de enfrentamiento correctas hubieran sido derrotados.
La Iglesia , la patronal argentina, el PJ, la UCR, la burocracia sindical Funcionales al imperialismo
Contín, máximo dirigente del radicalismo, dijo una frase que retrataría por anticipado la actuación de la UCR y también de la Multipartidaria: “es la hora de los grandes silencios”. Alfonsín predicaba la paz, que equivalía a la rendición. El PJ como “movimiento nacionalista” brilló por su ausencia. Y hasta la CGT que al principio apareció con acciones y un programa correcto se iba desdibujando a medida que avanzaban los ingleses.
Para completar el Papa Juan Pablo II, luego de haber bendecido al príncipe Andrés, vino a realizar la tarea que nadie en el país podía cumplir, preparar el terreno de la rendición abierta con una enorme movilización por la paz.
Las polémicas con la izquierda
Frente a la guerra para el PC lo fundamental era “preservar la paz”, la defensa de nuestra Soberanía y “evitar la instalación de una base yanqui” negociando con las Naciones Unidas. Mientras nos estaban bombardeando había que predicar la paz…
El PO comenzó con una actitud sectaria al negarse a participar de la enorme movilización del 10 de abril para luego girar al oportunismo total al llamar a la concentración de Juan Pablo II destinada a bendecir la rendición, para “cambiarle el contenido”(SIC).
Para estas corrientes, entonces, la salida democrática fue parte de una maniobra de la burguesía. Para nosotros fue producto de una enorme movilización que había arrancado antes de Malvinas, que pego un salto impresionante con la gesta anti imperialista, se llevó puesto luego a Galtieri y el régimen militar. Hubo una enorme revolución democrática que derrotó a los milicos como fuerza política… y no se recuperan hasta nuestros días.