Una huelga que hace historia también abre debates. La oposición en SUTEBA, en unidad con los gremios de la Federación Docente en la CTA y los gremios estatales, fue un actor importante. El plenario opositor sirvió para empujar, presionar y desbordar a la burocracia. Pero buena parte de esa oposición no termina de postularse como alternativa en el desenlace del conflicto.
La resistencia a sostener la Marcha Blanca Federal ya fue un síntoma. Mostró las limitaciones de quienes se dicen «radicalizados» (PTS y la Índigo), pero estaban más preocupados por exigir y ver qué haría la Celeste. El desenlace marcó que el grueso de la oposición que conduce los SUTEBA combativos y en particular Tribuna Docente (PO) no estuvo a la altura de las expectativas generadas. Al no plantear seguir con el paro y convocar a que se defina todo en el 4º Plenario Provincial de Delegados el lunes 31.
Creemos que pesó más una lógica conservadora de proteger los SUTEBA recuperados y hacer pagar el costo a la Celeste. Si había o no condiciones para seguir, debíamos resolverlo en el conjunto de los directivos y delegados de las Seccionales y los autoconvocados.
Se argumenta que «no daba para seguir». Pero PO debe reconocer que «las fuerzas están intactas. Cada día que pasaba, la movilización docente era más masiva y más activa». Incluso en Matanza, el pico más alto de la huelga fue el viernes 28 cuando se decide no seguir con el paro sino sólo el rechazo y tres medidas de «continuidad»: exigir a CTERA un paro nacional, marcha el 4 de abril por Fuentealba y parar el 10 con la CGT y CTA más una asamblea el lunes 31 por la tarde.
Ese día marcharon de 8 a 10 mil docentes y en la asamblea hubo 1500 por continuar. Una contra-dicción de hierro que muestra «fuerzas intactas» y una oposición que pone el freno a la lucha.
Equivocadamente también los compañeros de la Azul y Blanca concluyen que «las clases van a empezar porque los docentes van a acatar la decisión provincial de SUTEBA y la FEB aún con toda la desilusión que significa haber tomado esta medida». La respon-sabilidad no deberíamos ponerla en los docentes sino reflexionar si, como dirigentes combativos, tra-zamos una alternativa para que se pudiera seguir con el paro e intentar mantener el desborde a la Celeste y al FGD. No en una acción irres-ponsable sino evaluando y decidir democráticamente en ese 4º Ple-nario que no se convocó.
En el 3º encuentro realizado en Tigre se resolvió convocarlo y que la lucha seguía hasta que lo decidieran las asambleas y ese plenario provincial. No se cumplió y fue un error grave. La Plata y Escobar ratificaron hacerlo, pero Tribuna Docente que repitió que el plenario era «la dirección alternativa», decidió vaciar su convocatoria por tener la política de levantar y no continuar.
Los debates son importantes para avanzar. Apoyándonos en los aciertos de esta lucha y balancear para rectificar errores, defende-remos la unidad de las Seccionales disidentes junto a los autoconvocados. Para enfrentar decidida-mente al gobierno y la burocracia.
María Damasseno Minoría de CTERA por la Lila-Multicolor