MST - Movimiento Socialista de los Trabajadores Lunes 27 de Agosto, actualizado hace 4 hs.

«Sin corbata y en calzoncillos…» Kicillof se pasea por el FMI

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Con esta humorada Alejandro Borensztein, el hijo del querido Tato, describe a nuestro Ministro de Economía paseándose por la Asamblea del FMI. Y la verdad… que la falta de corbata en una reunión tan formal, es lo poco que queda de la «rebeldía» K, que hace pocos años se ufanaba en la campaña electoral que nuestros hijos no iban a saber que era el FMI.

Ya Kirchner con su política de «desendeudamiento» tenía el triste record de ser el presidente que más plata cash había pagado al Fondo (U$S 10.000 millones), o como ha dicho Cristina fuimos siempre «pagadores seriales» de nuestra fraudulenta deuda externa. Pero teníamos «independencia» para manejar nuestras cuentas sin la supervisión del Fondo. O sea teníamos «independencia» para dibujar las cifras del INDEK y postergar el pago de alguna deuda, mientras pagábamos puntualmente miles de millones de dólares.

 Ahora los tiempos cambiaron, se acabaron los «vientos de cola» que favorecían la economía del país y el «marxista» Ministro de Economía (con perdón por Groucho Marx), esta descargando el más clásico ajuste, utilizando las antaño repudiadas recetas fondomonetaristas, para paliar la crisis. Devaluación e inflación para bajar los costos salariales, paritarias a la baja, reducción brutal del valor de las jubilaciones y planes sociales, aumento de las tasas de interés a favor de los grandes banqueros, reducción de subsidios para que los pague con tarifazos toda la población, renegociación de la deuda de U$S 10.000 millones que en su mayoría contrajo la Dictadura, llamada Deuda con el Club de Paris, pago entre capital e intereses de otros U$S 10.000 millones de indemninación a Repsol, renegociación con los fondos buitres, con los cuales ya se acordaron pago de juicios en la CIADI, etc.

El FMI no podía estar más feliz…y así lo manifestó su titular, Christine Lagarde: dijo que estaba «encantada» de que el joven ministro fuera a «discutir los avances» en el vínculo con el organismo. O en forma más precisa Alejandro Werner, director del FMI para América Látina, que luego de una larga charla con Kicillof señaló que las últimas medidas económicas «van en la dirección correcta». Si el fondo lo dice…

Por supuesto que el Ministro K sigue sosteniendo que de ninguna manera vamos a aceptar que el FMI cumpliendo con el obligatorio artículo 4 del organismo, revise las cuentas de la Argentina. Sin embargo, Lagarde señala que la relación con el Fondo se reinició el año pasado a pedido de la Argentina, que «se hizo una evaluación del sector financiero, ahora estamos revisando las reformas y los cambios» en los índices de inflación, PBI y su metodología. Conclusión: toda la discusión sobre el artículo 4 es puro juego de artificio. El FMI volvió (si es que alguna vez se fue…) para quedarse de la mano de Cristina y Kicillof.

No debemos olvidar, en la rápida gira del Ministro por EEUU, su reunión con los representantes de importantes bancos y multinacionales a los que ofreció innumerables oportunidades de inversión en el país. Léase de hacer suculentas diferencias con activos y salarios baratos en dólares.

Sin embargo, no todo brilla en el universo de la estrella K más querida por Cristina. Las variantes económicas cierran si los trabajadores aceptan paritarias a la baja, aceptan pagar el costo de la crisis. Y el reciente y masivo paro general del 10, está señalando que esto no es tan fácil. Ya las peleas previas, lograron romper el tope salarial que el gobierno pretendía. Querían un 20 o 25% y están cerrando la gran mayoría alrededor del 30%.

Las ofertas de préstamos internacionales no se concretan y los que pueden salir son a tasas usurarias. La cosecha de soja no alcanza ya para estabilizar la situación, la creciente inflación reduce los efectos de la devaluación y ya se habla de nuevas devaluaciones… y pese al tremendo ajuste el «gasto público» no deja de subir.

En el FMI le dieron la bienvenida, pero también lo criticaron duramente. Es que los banqueros y multinacionales necesitan que el gobierno profundice aún más el ajuste a costa del nivel de vida de los trabajadores y el pueblo y la entrega del país. Todo indica que vamos a más fuertes y duras batallas, contra este gobierno dispuesto a aplicar las recetas más duras del FMI, que ya abandona hasta su «doble discurso» de independencia nacional. Las banderas de la independencia nacional quedan solo en manos de la izquierda y de los trabajadores.

Kiciloff