El 21 de mayo, los delegados de SUD Correo Gaël Quirante, Brahim Ibrahimi, Dalila Ben Farhat y Mohamed Ziani pasaron 10 horas en detención provisoria. A casi cuatro meses de huelga, Gaël nos cuenta la situación del conflicto.
¿Por qué los detuvieron?
Al comienzo, fuimos convocados cinco. Cuando entramos a la comisaría, nos dijeron que uno sería testigo y los otros cuatro detenidos provisoriamente. Nos preguntaron por lo que pasó el 13 y el 20 de febrero, las dos veces que todos los huelguistas entramos a la sede del Correo. Intentaron hacernos decir que habíamos sido violentos con la vigilancia y habíamos destruido material. Argumentaron todo tipo de acusaciones falsas. En realidad, el Correo no soportó que carteros de muchas succursales se unieran y vinieran a reclamar justo el 20 de febrero, ante la reunión del consejo directivo del Correo, cuando el titular Philippe Wahl se jactaba de poder anunciar una ganancia de 627 millones. ¿Se imaginan ver desfilar allí a un centenar de huelguistas, denunciando los subsidios públicos y los contratos precarios? En 2013, el Correo recibió 293 millones de euros como «crédito fiscal para competitividad laboral» y sin embargo sigue recortando empleos por miles. Denunciar esta injusticia es meter el dedo en una fuente de enormes ganancias y cuestionar la política del actual gobierno, dueño del Correo.
¿Cómo está la huelga? ¿Piensan que es posible ganar?
Después de 117 días, la huelga sigue siendo mayoritaria en Rueil-Malmaison, La Garenne-Colom-bes/Bois-Colombes y Gennevilliers, y el porcentaje de paro es de 30% en Courbevoie y 25% en Asnières. Eso representa de 90 a 100 huelguistas permanentes, con picos de 200 huelguistas en el departamento 92 en las jornadas con preaviso nacional como el 21 de mayo. En cuanto a las reivindicaciones, sólo nos restan dos puntos en los cuales la dirección aún debe ceder. Logramos postergar más de un año las reestructuraciones en Courbevoie y Rueil. Para recordar, Rueil es la única sucursal postal del país que no sufrió recorte de turnos desde hace 15 años y conserva un régimen de trabajo de descanso sábado por medio. Los carteros suplentes en Courbevoie lograron un tope de turnos obligatorios, en vez de girar por todas las sucursales. Dos de los cuatro contratados que habían sido echados fueron recontratados, la tercera encontró trabajo en otra empresa y la cuarta, Sandrine, tiene el compromiso de ser tomada en 2015 cuando regularice sus papeles de inmigración.
¿En qué está trabada la negociación?
Pedimos que tomen a Sandrine con un contrato provisorio hasta que obtenga su permiso. Y los carteros de Gennevilliers en paro desde febrero reclaman que no se aumente el volumen de entregas. Nada de esto le costaría mucho al Correo. La prolongación de la huelga le sale inlcuso más. Pero del 26/5 al 3 de junio pretenden mandarnos a la comisión de disciplina. Igual que con la detención, esperan presionar para que abandonemos los reclamos. Pero al otro día de las detenciones seguíamos la huelga y nos movilizamos con los carteros de París 15 que estaban de paro contra un ajuste en su régimen laboral. En vez de acobardarnos, seguimos estrechando lazos con otros carteros y sectores en lucha. Para ganar hay que aguantar y buscar apoyo.
Y ese apoyo hacia nosotros ayudará a torcerle el brazo al Correo.