A casi dos siglos de la Declaración de la Independencia de nuestro país, el ministro kirchnerista de Economía Axel Kicillof va a Nueva York a negociar con los fondos buitres y los funcionarios del gobierno nacional recorren todos los foros y reuniones internacionales. Pero no lo hacen para dar muestras firmes de verdadera soberanía ante los acreedores extranjeros, sino para pedir… que por favor les permitan pagar una deuda externa que es ilegítima, usuraria y fraudulenta por donde se la mire.
Desde que el juez yanqui Thomas Griesa falló a favor de los buitres, el gobierno nacional ha desplegado una política cuyo único objetivo es lograr «condiciones» para pagarles a todos los bonistas que no entraron en el último megacanje. Por eso hubo reuniones con el juez, pedidos a la OEA y ahora mediaciones con los buitres. Encima, para presionar más, han venido a nuestro país lobbystas de ATFA, grupo financiado por el fondo buitre NML.
En estos días, las partes volverán a encontrarse con el mediador Daniel Pollack para seguir negociando plazos, cláusulas, consecuencias y demás detalles… para pagar.
Los buitres presionan, porque saben que acá ceden
Cualquier postura frente al tema deuda externa debe empezar por el rechazo tajante al fallo pro-buitres. Como la crisis capitalista internacional afecta también al sector financiero, éstos pretenden asegurarse sus negocios y ese marco es lo que explica la decisión de Griesa.
Desde ya, a nadie sorprende que los jueces norteamericanos actúen así. Pero si estos buitres carroñeros se juegan a doblegarnos también es porque el gobierno argentino ha demostrado de sobra su voluntad política de súbdito, ya sea al indemnizar a la estafadora Repsol, pagarle deuda trucha al Club de París o firmar el pacto colonial con Chevron.
Pero hay que ser justos. No sólo el gobierno «nacional y popular» está jugado a pagar la deuda externa: Macri, Massa, Scioli, Binner, Carrió, Cobos y toda la oposición burguesa también. Critican cuestiones de estilo, pero son tanto o más capituladores que los K. Con todos ellos, defender los intereses del país y del pueblo es ilusorio.
Kicillof: cuanto más aclara, más oscurece
El ministro de Economía es el abanderado de la línea oficial de pagar y pagar. Hace poco le presentó un escrito a Griesa donde critica a los buitres. Ahí detalla cómo el gobierno ofreció dos canjes de deuda, que el grueso de los bonistas aceptó y obtuvieron beneficios del 300 ó 400%. En su nota, el «marxista» Kicillof termina advirtiendo que si se escucha a estos buitres se complicarían los canjes de deuda en otros lugares y se dañaría el sistema financiero internacional. ¡O sea, la «dureza» es ofrecerle a esos chupasangre ganancias de tres o cuatro veces su «inversión» y reclamar que se suspenda el fallo de Griesa para que estos canjes se puedan seguir haciendo!
La solución es la opuesta: no pagar ni un mango más a los buitres y demás acreedores. Es justamente por pagar que estamos en crisis como estamos. Si todos esos fondos quedaran en el país, se podría empezar a dar respuesta a la única deuda legítima: la deuda con el pueblo trabajador.
El no pago, como parte de un plan económico alternativo
En diciembre del 2001, como fruto de la rebelión popular, la Argentina dejó de pagar. Por un tiempo esa plata quedó acá y sirvió para dar un cierto respiro en respuestas sociales. Como sabemos, después se volvió a la entrega habitual.
Por eso entendemos el no pago de la deuda externa como una primera medida a ser sostenida en forma consecuente y acompañada de otras medidas de fondo. Anular las privatizaciones y reestatizar todas esas empresas; nacionalizar la banca y el comercio exterior para evitar la fuga de capitales; anular el IVA y el impuesto al salario, gravar la renta financiera y hacer una profunda reforma fiscal para que paguen más los que más tienen; recuperar el petróleo y demás recursos; aplicar una reforma agraria progresiva y romper con el FMI y el Banco Mundial, entre otras medidas. Y todo bajo un estricto control social para no retroceder y poner todos los recursos al servicio de las necesidades del pueblo y de un desarrollo independiente de nuestro país.
Si no pagamos, ¿qué pasaría?
CFK, el PRO, UNEN, el PJ y los grandes empresarios agitan el fantasma que si no pagamos vamos a pasarla mal; sufriremos penurias, embargos, bloqueos, cierres de empresas y aislamiento. Con esa campaña buscan atemorizarnos y así convencernos que no hay otra salida. Su objetivo es llevar el razonamiento de millones solo por los andariveles del pago de la deuda. Te orientan a opinar si pagarla toda o en parte, si en efectivo o en bonos, si ahora o más adelante. Generan una línea de pensamiento unidireccional; siempre hay que pagar y solo desde esa óptica se puede opinar.
Nosotros proponemos desarrollar un razonamiento opuesto, no por capricho polémico sino porque la realidad así lo indica. Más de 30 años de experiencia histórica y los datos serios demuestran que lo único imposible es seguir pagando; porque más pagamos más debemos, esa es la esencia de la estafa usuraria. Aún no salimos del debate del pago a los buitres y ya se está calculando que en 2105 habrá que pagar el equivalente a la mitad de nuestras reservas. Algo similar debatiremos en 2015 sobre los pagos del 2016. Y así sucesivamente.
Es hora de parar este chantaje eterno que se lleva consigo el bienestar y la vida de millones. Sí, la vida, no estamos exagerando. Cuando se muere alguien en un hospital mal equipado y con escaso personal es a causa del pago de la deuda. Cuando no hay trabajo para millones y desnutrición para nuestros chicos, es a causa de pagar la deuda. Cuando nuestros viejos se mueren mal comidos cobrando menos de 3000 pesos, es a causa de esta sangría ilegítima. Sí, es nuestra vida y nuestro futuro lo que está en juego. Los políticos que deciden pagar son responsables directos o cómplices de esta tragedia económica y social. Ni más, ni menos.
No es por no pagar que la crisis vendrá, la misma ya llegó mientras se paga y paga deuda sin descanso. Hoy nadie nos bloquea y en los hospitales falta de todo. Aunque hoy se paga deuda tu salario no alcanza y no llegas a fin de mes. Las industrias cierran, despiden y suspenden ahora, mientras se paga la deuda mes a mes. Por pagar una deuda ilegitima e impagable tenemos 40% de trabajadores en negro y más del 30% del país bajo la línea de pobreza e indigencia.
Quienes dicen que hay que pagar sí o sí afirman que si no van a «embargarnos» pero no dicen la verdad: ya que incluso si eso sucediera en nuestro país hay una enorme cantidad de empresas y propiedades que podríamos expropiar y poner en nuestras manos como respuesta. Tampoco es verdad el posible «aislamiento internacional» por no pagar. Primero porque «aislarnos» de la usura y las transnacionales de rapiña nos vendría muy bien. Y además porque en un mundo en crisis global, con poderes regionales enfrentados y países con necesidad de vender, siempre habrá alternativas para comerciar e intercambiar productos sin la mediación del poder financiero.
Tanto mienten en el afán de convencernos de pagar algo que ni pedimos ni usamos, que te ocultan que muchos países no han pagado en algún momento de su historia. Sí, leíste bien, muchos países no pagaron: EEUU, Inglaterra, la ex URSS, Italia, Francia, México, Perú, Brasil, Rusia, Costa Rica, Islandia, Bolivia o Ecuador, alguna vez dejaron de pagar. Además nuestro país en el 2001 y por presión social también dejó parcialmente de pagar, y eso permitió que se usaran millones en nuestras necesidades. Lamentablemente en seguida los Kirchner volvieron a pagar este fraude.
Como verán, nuestra posición es bien clara: si no pagamos los que pierden son las trasnacionales y el poder financiero y usurario que nos exprime, nosotros ganaríamos. Porque no pagar es posible y es una respuesta soberana y justa, y permitiría usar miles de millones en la verdadera deuda que debemos afrontar con las mayorías populares y trabajadoras. Esa es la prioridad de pago que proponemos desde el MST; que se destine todo a aumentar salarios, jubilaciones, presupuestos en vivienda, salud, educación y obra pública.
Proponemos el único camino posible que de verdad dará solución a nuestros problemas sociales. Y se puede hacer con decisión y con apoyo popular. Claro que no es fácil, nada que valga la pena lo es. Pero sí se puede no pagar y es necesario. Todo lo demás es imposible y un fraude ilegal. Luchemos por esta salida con fuerza y decisión política. Sin dejarnos maniatar por campañas construidas por los voceros mediáticos de los mismos que nos cobran mes a mes.
Qué se podría hacer con la plata de la deuda
- Si dejamos de pagar la deuda externa, con sólo una tercera parte de esos más de 230 mil millones de dólares se podrían tomar -por ejemplo- las siguientes medidas:
- Construir dos millones de viviendas populares para dar techo digno a 8 millones de habitantes: $750.000 millones
- Dar un aumento de emergencia de 2.000 pesos a los 4.500.000 jubilados que cobran la mínima: $ 9.000 millones
- Dar un aumento de emergencia de 2.000 pesos a los 15 millones de trabajadores actuales: $ 30.000 millones
- Recuperar 18.000 km de vías ferroviarias a nuevo: $ 35.000 millones