Cristina volvió de Brasil donde se desarrolló la semana pasada la reunión conjunta de los BRICS (sigla de las naciones que integran el bloque de los principales países emergentes, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y UNASUR, proclamando a los cuatro vientos los logros alcanzados por nuestro país en dicha cumbre. Según el gobierno, habríamos logrado un fuerte apoyo a la posición Argentina en su disputa con los fondos buitres, además del compromiso de la presidente del Brasil de llevar al G20 una iniciativa para tratar una reestructuración de las deudas de los países deudores y como si esto fuera poco anunció también la firma de más de 20 protocolos o compromisos con China, incluyendo un acuerdo de utilización de fondos recíprocos entre Argentina y China en yuanes y pesos equivalentes a U$S 11.000 millones.
Pero la realidad parece pasar bastante lejos de los anuncios gubernamentales. Partiendo del hecho que la decisión de los Brics de conformar el Nuevo Banco de Desarrollo no contempla préstamos a ninguna nación ajena a los integrantes del bloque, por lo menos hasta el 2016. Este es el peor revés del gobierno, acuciado y urgido por el pago a los fondos buitres, estaba esperanzado en conseguir un préstamo de la entidad por cerca de U$S 5.000 millones, cosa que obviamente no se concretará. Tampoco consiguió ninguna declaración de los Brics, sobre el tema de los fondos buitres que era el principal objetivo político-diplomático a lograr antes de fin de mes como mecanismo de presión hacia EEUU, Griesa y compañía.
Un párrafo aparte merecen las declaraciones del gobierno en cuanto al apoyo conseguido con Rusia y más específicamente con China, con quiénes habríamos logrado firmar más de 20 acuerdos de cooperación, incluyendo la formación de un fondo en divisas de cada país, en yuanes y pesos, de cerca de U$S 11.000 millones, para ser utilizado por el país que lo necesite, en este caso Argentina. Pero esto también es más que dudoso, ya hace años Néstor Kirchner anunció con bombos y platillos que China invertiría U$S 20.000 millones en el país, de los cuales ¡hasta la fecha no hemos visto un solo dólar! Además es claro que tanto el presidente de Rusia como el de China lo que quieren es hacer su propio negocio, de manera que lo que nos están ofreciendo es ayuda tecnológica, es decir vendernos tecnología por la que tendremos que pagar. Como acuerdo que incluye el «aporte» de los Chinos de más de U$S 2.000 millones en infraestructura ferroviaria, es decir volver a vendernos más trenes chinos mientras permite que los Cirigliano vacíen EMFER, que en manos del Estado perfectamente podría producir mejores trenes de los que nos quieren vender los orientales y además pone en riesgo no sólo la producción sino el trabajo de cientos de trabajadores.
Desde el MST venimos denunciando que todas estas negociaciones y movimientos del gobierno de Cristina, están al servicio de pagar la deuda tanto con los Fondos Buitres como con los que entraron al canje y que toda esta desesperación es porque no tienen los dólares para pagar, no porque estén interesados en salvar al país de ningún desastre real. Sostenemos que no hay que pagarles ni un dólar más todos los usureros internacionales, se llamen buitres, FMI o Club de París. Con esa enorme cantidad de dinero se podrían realizar obras necesarias de infraestructura energética y de viviendas que permitirían reactivar la economía y dar trabajo a cientos de miles de trabajadores.
Del mismo modo opinamos que tenemos que unirnos con toda Latinoamérica, no para pedir que nos dejen pagar en mejores condiciones sino para romper todos los lazos que nos atan al imperialismo y así conseguir una segunda y definitiva independencia de América Latina. Ese es el verdadero camino de independencia nacional y regional que necesitamos y no el camino de la proclamación de la Presidente en sus actos, que termina en el pago puntual cuando se baja del escenario.
