La negociación con los fondos buitre está complicada. Hay que remontar un juicio en tribunales neoyorquinos, con un juez a favor de los buitres y con la espada pendiente de la cláusula RUFO la cual dicta que de pagarles a ellos los U$S1.600 millones que reclaman, antes de enero del 2015, habilitaría a que todos los demás acreedores, reclamen por el 100% de lo adeudado, lo que llevaría la Deuda a una cifra impagable, cercana al PBI de nuestro país (esto es U$S 600.000 millones). A este callejón se metió el gobierno por sus propios medios. Aceptó pagar una deuda fraudulenta en general, aceptó perder la soberanía sometiéndonos a tribunales extranjeros con los Griesa incluidos y redactaron la cláusula RUFO.
Además, tienen que soportar la presión de la dirigencia y economistas del régimen, que quieren que el gobierno pague a toda costa, y Cristina sea quien haga el trabajo sucio de pagarles. El panorama se cierra con la inflación que come los salarios y expulsa a millones a la pobreza, mientras la recesión se intensifica con suspensiones, cierres de comercios y fábricas.
En este marco, un sector del gobierno con Capitanich, Fábrega y Zanini a la cabeza intentó resolver el problema a través de una negociación con la banca privada argentina. Pidiéndoles que ellos pusieran la plata (los buitres acordarían un 70% del total de los U$S 1.600). Con esto ganarían todos, el Gobierno seguiría “vendiendo” que ellos no pagaron y no se arrodillaron ante los buitres, que efectivamente cobrarían. Y los bancos ganarían por partida triple o cuádruple, veamos: 1) Los bancos vienen ganando desde hace 10 años más que nunca y más que en ningún otro país, por lo que es el kirchnerismo el que les asegura sus fabulosas y usurarias ganancias, sostenerlo es sostener sus ganancias, 2) Como los bancos tienen miles de millones de dólares de deuda en bonos, si la Argentina no paga, dichos bonos pierden valor por la desconfianza internacional en los mismos, pagar entonces es sostener el precio de los bonos que hoy rinden el 92% o más de su valor, en default podrían caer a la mitad o menos. 3) A su vez los bancos se quedarían con los papeles de la deuda de los buitres a U$S 1.600 millones (por los que pagarían hoy el 70% solamente) y entonces como en enero la cláusula RUFO se cae, ellos podrán empezar a cobrar, con intereses incluidos. Como vemos una ganancia enorme para los banqueros nac & pop. Pero el problema fue político, ya que esto prestigiaba a los banqueros frente a la oposición y la ciudadanía, cosa intolerable para Cristina que quiere seguir haciendo su “negocio” electoral con Kicillof como alfil. Por eso hicieron marcha atrás, no porque estén pensando en las penurias del pueblo. Tan bueno es el negocio para los bancos, que ahora que vieron que no correría lo de los bancos nacionales, la banca internacional con JP Morgan a la cabeza quieren agarrarlo.
Nosotros sostenemos que no hay que pagarles ni un dólar a los buitres y hay que suspender todo pago de la deuda. Es imprescindible cortar con esta sangría de pagos, intereses y punitorios que terminan con más ajuste a los trabajadores.
Gerardo Uceda