En la Universidad Nacional de Tucumán, se logró un importante aumento, una suma fija de $1.000 para todos, otorgado por la rectora, aumento que se suma al 28% conseguido en junio y la convocatoria a la Asamblea Universitaria.
Desde el 23/5, los docentes universitarios de ADIUNT pararon por tiempo indeterminado por aumento de salarios (congelados desde abril de 2013), reforma del Estatuto y ciudadanía universitaria para los docentes de las 7 escuelas preuniversitarias.Hubo tomas, clases públicas, movilizaciones, marchas junto a los estudiantes, que fueron generando apoyo social.
La fuerza de las bases, obligó a la CONADU(h), a un plan de lucha nacional. Al nacionalizar la protesta, se reabrió la paritaria nacional y se logró un aumento de alrededor del 28% en junio, firmado por la mayoría de las federaciones. Y aunque la Conadu (h) no firmó, se levantaron las medidas en la mayoría de las universidades. Sólo Tucumán, rechazando el aumento continuó el paro.
El inédito conflicto generó crisis en las recientes autoridades del rectorado, que asumieron en medio del conflicto y de escándalos por compra de votos, con el manejo espurio de los fondos de la Minera La Alumbrera. La rectora Bardón, se negó a responder reclamo.
En esa situación, de aislamiento del conflicto, dónde era muy difícil reabrir la paritaria nacional nuevamente, y de crisis en el orden provincial, era imprescindible, exigir al rectorado que solucione el conflicto. Plata hay.
Seguir con el paro indeterminado como proponía el PO hasta que se reabra por segunda vez la paritaria nacional y no exigir al rectorado un aumento, llevaba el conflicto a un callejón sin salida, por aislamiento y desgaste.
La toma del rectorado por estudiantes y luego su intento de desalojo por una patota enviada por la rectora generaron indignación. Y una gran marcha de antorchas repudió la agresión a los estudiantes fortaleciendo el conflicto.
Y obligó al rectorado a otorgar $1.000 a todos los docentes universitarios y a los preuniversitarios con 15 horas cátedras (al resto, proporcional) que será reintegrado en parte por Nación. En síntesis, con desigualdades entre los 2 aumentos, se cobrará entre el 40%, y el 55% en los niveles más bajos. Una multitudinaria asamblea aceptó la propuesta, suspendiendo el paro, exigiendo que se cumpla la convocatoria al Consejo Superior y que se disuelva la patota en la UNT.
Esta heroica lucha logró 2 triunfos: nacionalizar la pelea y reabrir la paritaria nacional, consiguiendo un aumento en junio, rompiendo la pauta de congelamiento entre paritarias. En el orden provincial se logró la suma fija y el compromiso a convocar a la Asamblea Universitaria en octubre para reformar el estatuto.
Será tarea pendiente exigir que se cumpla lo acordado.
Lita Alberstein
