Ahí vienen, decididos, como en el duro conflicto que protagonizaron hace unos días. Vienen a contar por qué la lucha.
Risas y chanzas conjuran la dureza de la explicación de la huelga en la que, curiosamente, son los trabajadores del puerto más precarizados, quienes se convirtieron en puntal de un pequeño aunque importante triunfo. «JL cuenta ese pasaje de la ultra defensa a la ofensiva: Hicimos un paro porque el laburo fue decreciendo para los trabajadores eventuales. Hace un tiempo trabajábamos todos los días, después fuimos retrocediendo hasta tener sólo dos días de trabajo a la semana, el paro hizo que el Ministerio de Trabajo acordara con la empresa y nosotros por tres jornadas de ocho horas y que el valor de la hora trabajada, que al momento del conflicto era de $14, pasara a ser de $42.- Ese arreglo evitó la «crisis laboral» que haría que a los efectivos los recortaran el trabajo a la mitad».
Por su parte ML puntualiza que aún así la precariedad convive con ellos: el arreglo de comida es insuficiente, la jornada de noche que a los efectivos se la pagan más a los eventuales se la pagan simple. Así nos enteramos que en el puerto no hay agua potable, no hay luz, ni vestuarios ni baños, condiciones indignas que para ellos tiene un explicación política y económica: desde Menem y las privati-zaciones, pasando por todos los gobiernos de turno se ha dejado correr a empresarios ricos, que construyen el Puerto Madero de Rosario en tierras públicas concesionadas por el poder al poder. Por otro lado el sindicato se alía con la patronal, y el Ministerio de Trabajo se contenta con las coimas para que todo siga igual, por eso fuimos al paro.
La conciencia de formar un sindicato nuevo, democrático y antipatronal que luche de verdad por los derechos de los trabajadores está en la mente de ML y de JL y en la de numerosos los portuarios que asistieron el pasado 8 de Agosto al acto de lanzamiento de la fórmula Bodart /Ripoll. En esta reunión -en donde el MST llama a todos los trabajadores a hacer sus luchas cada vez más políticas y pone la organización al servicio de las huelgas y conflictos, para enfrentar juntos al gobierno y al sistema capitalista- ML y JL coincidieron en que los discursos fueron muy buenos porque englobaron lo que sucede en el país desde hace muchos años, la depredación de la naturaleza y el desprecio por los trabajadores. Nunca hubo intentos de poner a funcionar las fábricas, las industrias y sabemos también qué manos negras se esconden detrás de las concesiones. Preguntamos a los muchachos portuarios si pensaban que los empresarios y el gobierno podrían llevar adelante esa empresa, y ellos dan una negativa rotunda: los empresarios siempre buscan su provecho y los políticos están al servicio del capitalismo, que antes dominaba con guerras y ahora dominan políticamente. La gran pelea es el capitalista contra el obrero, que es quien más aporta. Muy buena política sería que el puerto fuera estatal y los trabajadores controlen el stock, y que no se desvíen fondos, que no haya corrupción.
Cómo seguir… para JL la falta de unidad entre los trabajadores es un obstáculo a vencer, ellos avanzaron en firme logrando que los efectivos se plegaran al reclamo de los eventuales. Que los sectores más preca-rizados fueran vanguardia en la huelga es un hecho más que significativo (todos sabemos que la lucha se torna más cruenta para los eventuales porque están desprotegidos)
Se van pensando en lo que dijo Bodart en el reciente acto en Rosario: «es hora que gobernemos los que nunca lo hicimos, los trabajadores»