La situación de la escuela pública bonaerense, de las condiciones en que educamos y del valor que percibimos por esa tarea en materia salarial es crítica. Pese a ser el principal distrito, el que concentra la mayor riqueza, producción, ingresos y habitantes del país. Una crisis crónica que fue incubando una rebeldía que cristaliza en los primeros paros y medidas convocadas de forma independiente de la burocracia en varias décadas.
Agosto será el mes y 2014 el año en el que, por primera vez, un tercio de la docencia bonaerense responde a las medidas que convocamos sólo los SUTEBA disidente, abarcando a más de 100 mil educadores. Este fenómeno es expresión o consecuencia de los nuevos tiempos políticos ante el fin de ciclo K, de la falta de representatividad de la “oposición” conservadora y de la burocracia de ambas CGT y del sector Yasky de la CTA. Se había materializado en 2013 con los triunfos de la izquierda Lila-Multicolor en SUTEBA.
Pero el fenómeno no se limita a los afiliados de SUTEBA ni a las Seccionales combativas sino que los toma de referencia, en el marco del Plenario Provincial de Delegados Escolares con mandato. Sus medidas las realizan los afiliados de los distintos gremios y los “no afiliados” que son mayoría en las escuelas. El Plenario es el canal organizativo y democrático para garantizarlo, en otro hecho inédito, al reunir a más de 700 delegados con el mandato de miles de docentes de cuantiosos distritos que debaten y votan frente a las distintas mociones. Ningún gremio se plantea semejante movida de debate y toma de decisión. Por eso llamamos a defender el Plenario cuando compañeros como la Azul y Blanca-CCC o la Marrón (PTS) pusieron en duda su convocatoria.
La diversidad en el Plenario y las Seccionales no otorga mayoría a ningún sector y tiene de positivo la necesidad de construir consensos entre los sectores para avanzar, además del reaseguro de votar y también de apelar a las asambleas y plenarios distritales para sortear matices o diferencias.
Fueron estos Plenarios los que marcaron la lucha en marzo. Fue la negativa a convocarlo entonces por parte de Tribuna Docente (PO) y la CCC, lo que impidió alentar un desenlace distinto al de Baradel con el paro de 17 días. Y fue cuando los retomamos que pudimos lanzar el plan de lucha y el paro de julio. Así el no inicio de agosto fue masivo, con un parazo de 48hs y muchísimas escuelas que siguieron parando los demás días. Lo debieron convocar todos los gremios (FGD y UDOCBA), ante la presión de los disidentes de SUTEBA. Antes fue muy fuerte el paro del 16 de julio.
Exitoso paro y continuidad de la lucha
Luego vendría el primer paro de 48hs en décadas que lanzamos en el 4º Plenario Provincial. Debimos sortear un cerrado frente contra esa huelga. Scioli pidió “colaborar” a Baradel y al FGD, lo que se tradujo en querer parar… nuestra lucha; firmar un papel pintado que iguala lo firmado en marzo y reunir una “comisión” de monitoreo salarial que resolvió
volver a reunirse…
Pero ese paro fue un éxito del conjunto de la docencia, sus sectores combativos y de izquierda. A pesar de los aprietes del gobierno y la actitud patronal de la Celeste para que no se pare. Tampoco apoyó la “oposición” conservadora y hubo un cerco mediático para ocultar un paro que logramos imponer en las asambleas, las redes sociales y la recorrida de escuelas de las agrupaciones que nos jugamos.
Fue un paro político-reivindicativo, con un promedio del 70% en las Seccionales disidentes y del 40% en otros distritos, con miles que pararon para bancar al único sector que daba continuidad a la lucha, a sabiendas que no tenemos representación en la negociación. También se superó el vacío en que lo dejaron FEB y UDOCBA que llamó a no parar sino a marchar un día antes que los SUTEBA combativos. También sorteamos el boicot de quienes se dicen “radicalizados” (PTS), pero tiraron para atrás.
El 14, luego de la combativa marcha de 3.000 docentes a la gobernación, con el 5º Plenario resolvimos otra jornada por 48hs el 21 y 22 con acciones en los distritos y adherir a la medida nacional que impulsa la CTA con movilización el 26; la que podría transformarse en paro de 36hs y arrancar el 27 para confluir con la CGT de Moyano si termina de definir parar el 28.
Al luchar también la Cicop (salud) y ATE, la acción nacional permite unificar ya que no enfrentamos sólo a Scioli y Cristina sino a la “oposición” (Massa, PRO, UNEN) que avala el ajuste, a las patronales y la burocracia. Hay fondos para educación si se eliminan los $ 6.500 millones que Scioli destina a la enseñanza privada, si se aplican impuestos a los que más tienen y se deja de pagar la fraudulenta deuda externa de Nación y la provincia para cumplir la deuda con el pueblo en salario y educación.
Patricia Ríos, Sec. Educación y Cultura SUTEBA La Plata