Monsanto decime que se siente
Hace 2 días el oficialista Página 12 dedicó su tapa a una denuncia contra Monsanto de un sector empresario por “abuso de posición dominante”. Claro, el largo artículo no menciona al gobierno nacional ni tampoco a la proyectada nueva Ley de Semillas que se cocina en las oficinas del ministerio de agricultura y el congreso nacional. El debate sobre el modelo extractivista del capitalismo actual gana lentamente espacio de “abajo hacia arriba”. Analizamos el presente y tendencias de esa disputa entre dos modelos de país opuestos.
El próximo 19 de setiembre se cumple un año del bloqueo a la planta de Monsanto en Malvinas (Córdoba). La paralización de ese emprendimiento producto de la intervención social y política del pueblo cordobés señala una bisagra en la conflictividad socioambiental sobre el modelo agrario. El nombre de la multinacional estadounidense Monsanto se fue transformando en emblema cuestionado por sectores crecientes de un activismo ambiental todavía reducido pero con vasos comunicantes de simpatía social ascendente. Ocurre que en Argentina la conciencia popular en torno al saqueo y la lógica depredatoria de las corporaciones se ha ido fortaleciendo en la última década. La percepción social sobre lo dañino del modelo de transgénicos, pesticidas y expropiación de la soberanía alimentaria está tonificada. Las experiencias de movilización contra las megamineras en el corredor andino, el pueblo de Gualeguyachú contra las pasteras, el reciente cuestionamiento al fracking y la autoorganización vecinal en las ciudades contra la cementación alimentan un positivo imaginario social anti-transnacionales en nuestro país.
Cuando los de arriba no pueden: tensiones y maniobras en el poder
El patrocinante de la denuncia contra Monsanto que difunde Página 12 es Salvador Bergel abogado de Eduardo Elsztain, titular del grupo IRSA – dedicado a la cementación inmobiliaria y los negocios de la soja- y socio mayoritario del Banco Hipotecario. La ofensiva de la corporación yanqui en los contratos privados de venta de la nueva soja “Intacta” además de las regalías que pretende cobrar y el poder de policía para ingresar en campos sembrados con “sus” semillas –como ya hace por ley en Canadá o EEUU- parece estar provocando tensiones en fracciones capitalistas locales. Sin embargo, la orientación general del gobierno kirchnerista y del conjunto del régimen político con todos sus presidenciables es categórico: hay que atar la suerte del país a la Inglaterra del siglo XXI que es China y su demanda de soja. Por eso, Macri, Massa, Scioli, Kicillof o Capitanich desfilan por foros empresarios donde rinden examen de lealtad al modelo de los agronegocios o incluso más, como en el evento del Alvear Hotel de la semana pasada la rendición de cuentas abarcó también el fracking con Chevron, megaminería con Barrick y deuda externa con el capital financiero. Como ya explicamos en artículos anteriores la novedad del “relato K” incluye la operación ideológica-política de confusión y cooptación encabezada por el Evita de Pérsico y las organizaciones de la Vía Campesina avalando la Ley de Semillas bajo la criminal ideología posibilista de la “coexistencia del agronegocio y la agricultura familiar”. Sin embargo, al poder le está costando avanzar. Ocurre que “el abajo se mueve”…
Movimiento Nacional contra la Ley Monsanto y el agronegocio
El avance en la conciencia socioambiental incentiva acciones todavía de reducida escala pero sostenidas en el tiempo. La desconfianza en la política tradicional y los medios de comunicación hegemónicos –oficialistas y opositores- alimenta una masa crítica que sigue acumulando fuerza social.
En esta perspectiva queremos plantear una propuesta dirigida a investigadores, jóvenes militantes contra las corporaciones, organizaciones y colectivos ambientales, fuerzas sindicales y políticas: poner en pie un Movimiento Nacional contra la Ley Monsanto y por una Argentina sin agronegocio. Es necesaria una amplia y plural confluencia programática que denuncie el modelo en consolidación, que lo asocie al capitalismo extractivo en su versión siglo XXI y que desenmascare todas las operaciones de distracción y embellecimiento por izquierda que desde el kirchnerismo se despliegan.
La semana del 19 al 27 de setiembre, coincidiendo con el aniversario del bloqueo a Monsanto en Malvinas desarrollemos en toda la Argentina acciones de visibilización de esta política: festivales, intervenciones callejeras, puntos de difusión informativos y todo recurso que tribute a un setiembre que arranque enérgico con una “Primavera sin Ley Monsanto ni agronegocio”.
Mariano Rosa, coordinador nacional de la Red Ecosocialista