El lunes 25/8, los trabajadores de Donnelley se movilizaron al Juzgado Comercial Nº 19 en la ciudad de Buenos Aires, para exigirle al juez Santichhia que revoque el expediente de quiebra, que hoy impide a los compañeros cobrar los trabajos que realizan y mantener a sus familias.
El gobierno nacional se llenó la boca y Cristina dijo por cadena nacional que la quiebra de la multinacional yanqui Donnelley era ilegal y fraudulenta, pidió detener a los gerentes de la empresa y anunció que se iban a garantizar todos los puestos de trabajo. Pero hasta el momento, al igual que en otros temas, los anuncios del gobierno son palabras, solo palabras.
Hasta el momento, son los trabajadores de Donnelley los que enfrentan el desastre que hizo la patronal y los que se pusieron la fábrica al hombro, poniéndola a producir, con todos los problemas y dificultades que esto significa. Pero van pasando las semanas y los trabajadores no cobraron sus salarios, los síndicos Risso y Plastina se quedan con los cheques y el dinero de las facturaciones por los trabajos que se realizan. Esto no puede seguir así.
Donnelley llevó su lucha a la Panamericana. El 28/8, día del paro general, los trabajadores de Donnelley con su comisión interna se sumaron al corte que desde las 5,30 hs se desarrollaba en el cruce con Henry Ford. Vinieron una horas después y se sumaron a los que ya cortábamos para decirle basta a los despidos y suspensiones, exigiendo la reaper-tura de paritarias y apoyando a todas las luchas de la zona. Un rato antes de finalizar el corte, desde el MST los acompañamos hasta la fábrica donde después se realizó un acto. La bronca de los compañeros es enorme y luchan para que se caiga el expediente de quiebra y se cobren ya mismo los salarios. Mientras tanto, seguimos exigiendo la estatización de Donnelley. Si como dice el gobierno es una patronal buitre, hay que expropiarla sin indemnización, estatizarla con control de los trabajadores y ponerla a producir para el ministerio de educación, hacer libros, manuales y folletos para todas las escuelas del país.

Daniel Taborda