El 16 de septiembre fueron los 38 años de «La Noche de los Lápices», cuando en 1976 la dictadura secuestró, torturó y asesinó a un grupo de secundarios en La Plata. Eran jóvenes que participaron de la movilización que un año antes logró el Boleto Estudiantil.
Así, este año hay un condimento especial: El 10, frente a la movilización de estudiantes, docentes, estatales, la CTA y la izquierda, los diputados bonaerenses dieron media sanción al Boleto Educativo Gratuito Universal. Ley que cubre a todos los niveles: inicial, primario, secundario, terciario, universitario y a sus estudiantes, docentes y auxiliares.
El derecho a una educación gratuita peligra por los altos costos de apuntes, alimentos y pasajes. Trabas económicas que contribuyen a expulsar jóvenes, cosa que se agrava por la inflación y los tarifazos, produciendo más desigualdad educativa. Los trabajadores de la educación también lo sufren al tener que trasladarse.
Logramos un avance importante en esta bandera histórica, pero llegamos acá por la movilización y la simpatía en los profesorados, colegios y la universidad. No por los políticos del FpV, FR o UCR, responsables del deterioro educativo y de gobernar décadas sin reconocernos este derecho.
Queda aún lograr que el Senado lo apruebe y la ley se cumpla, sin convertirse en otro tarifazo. Los empresarios del transporte reciben millonarios subsidios estatales, que no hacen necesario ningún aumento para aplicar el Boleto Educativo. Sigamos movilizados hasta hacer efectivo este derecho.