El Partido Obrero viene impulsando la realización de un supuesto congreso al que denomina «del movimiento obrero y la izquierda». Mas allá de su nombre genérico, se desprende en su preparación que es un acto de PO y sus expresiones sindicales, que lejos esta de representar al conjunto de la izquierda y mucho menos del movimiento obrero. En realidad, es una iniciativa que parte de su necesidad de responder a los debates y crisis interna del FIT, donde el PO, el PTS e IS se atacan mutuamente por la política sindical sin llamar a nada en común. PO necesitó inventar un evento propio y disfrazarlo para esa disputa; y de ese objetivo sectario estamos hablando, no de otra cosa.
Si en algo podemos coincidir con los compañeros del PO es que hay un abandono cada vez mayor al proyecto del FPV debido a su política de ajuste y represión y que ninguna de las alternativas patronales logra ocupar ese espacio por su ubicación a derecha. Producto de esa experiencia realizada por miles de trabajadores, desocupados y jóvenes con los viejos partidos, es que se presenta una oportunidad inmejorable para la izquierda que plantea salidas de fondo a los problemas que la burguesía no puede resolver.
En lo que no coincidimos es en la salida que plantea el PO, que en lugar de impulsar un espacio amplio y unitario de todas las fuerzas políticas, comisiones internas, cuerpos de delegados y activistas que nos encontramos en cada lucha, intenta autopro-clamarse como «La Izquierda» explicando que la salida ante esta situación va a ser el resultado de un acto del Partido Obrero. Cuando más unidad hace falta… menos la quiere.
Cortemos con la autoproclamación y el sectarismo
Ante el ajuste, los despidos, las suspensiones, las luchas salariales y contra la vieja burocracia sindical sería clave una amplia unidad de la izquierda sindical y política. Pero esta iniciativa del PO no lo es, porque pretende ocultar el sol con la mano, negando la existencia de múltiples tendencias en la izquierda, muchas de ellas con influencia en importantes sectores del movimiento obrero, estudiantil y popular. ¿No sería acaso más provechoso impulsar un gran encuentro unitario de todos los trabajadores que están luchando, con las diferentes tendencias que impulsamos esas luchas? ¿No sería un golpe a la política del gobierno, la oposición y la burocracia, que levantáramos un programa unitario con propuestas anti imperialistas y, anticapi-talistas?
Desde el MST creemos que sí, que sin dudas la unidad potenciaría la oportunidad para la izquierda en su conjunto, y lo que es más importante, permitiría por primera vez en mucho tiempo, que una crisis de magnitud como la que atraviesa el capitalismo se resuelva para el lado de los trabajadores y el pueblo. Lástima que una vez más el sectarismo del PO y las disputas internas del FIT no lo permitan. Por eso invitamos a los luchadores a no dejarse engañar por este falso congreso y a debatir la organización de un evento de verdad unitario y sin exclusiones, que sirva para las tareas presentes.
Martín Carcione