En el Encuentro sucedió un hecho lamentable que merece un debate profundo. Un grupo de compañeras entró con gritos e insultos a intentar levantar el taller de Mujer y Fuerzas de Seguridad porque rechazaban que existiera ese taller. Entonces decidimos cambiar de lugar para poder continuar, ya que había trabajadoras civiles, militares, mujeres independientes interesadas en el tema y compañeras de ATE, CTA, Alternativa Estatal, el MST, la Asociación Dr. Miguel Ragone por la Memoria, la Verdad y la Justicia, la Universidad de las Madres, la Asociación Decidir y otros sectores que queríamos debatir.
Nuestra postura es muy clara. Lógicamente, no tenemos nada que ver con el aparato militar o policial que fue parte de la dictadura, de actividades represivas en democracia, del negocio de la trata o el narcotráfico. Y es evidente que por fuera de los responsables de todo esto hay muchas mujeres de bajo rango militar o personal civil de FF.AA. que sufren problemas de género, laborales, salariales y otros atropellos en sus trabajos. Negarles el derecho a participar, debatir y proponer es el mejor favor que se le hace a las cúpulas de esas fuerzas.
Como bien dice el texto final redactado por estas mujeres: “Nuestro objetivo era conocer y conocernos, interactuar con mujeres que se desempeñan en otros ámbitos de la sociedad y también dar a conocer problemas que tenemos en nuestro ámbito laboral, tales como la discriminación o el acoso sexual… somos víctimas no solo de discriminación en las instituciones a las que pertenecemos, sino también por parte de algunas participantes de este Encuentro…”
Entre los debates que hicimos para impulsar acciones, planteamos el nuevo estatuto del personal civil y que se cree el escalafón por especialidad, la formación de delegadas gremiales en temáticas de género, el respeto a las leyes de diversidad de género dentro de las FF.AA., repudiar la violencia patriarcal, institucional y los abusos de poder y el generar espacios de interacción con la comunidad. Creemos que estos y otros temas dentro de estas fuerzas son importantes tomarlos y ayudar a organizar a las trabajadoras que en tan difícil ámbito quieran llevarlo adelante. Ese derecho y esas propuestas defendimos en este Encuentro y lo haremos en el próximo.
Luisa Ayala, delegada general de ATE Hospital Aeronáutico