Del 11 al 13 de octubre se hizo en Salta el 29º Encuentro Nacional de Mujeres. Participamos unas 15.000 mujeres de todo el país. La delegación de Juntas y a la Izquierda, la agrupación de mujeres del MST-Nueva Izquierda, fue una de las principales1. El ENM mostró las potencialidades, las divergencias y los desafíos del movimiento de mujeres.
Unos días antes del Encuentro había sido asesinada en su escuela una docente salteña, Evelia Murillo, por resguardar a una joven amenazada por un violador. Dos semanas antes tuvimos el caso de Paola Acosta en Córdoba y previamente otros femicidios. A causa de la crisis económico-social hay más casos de violencia de género, pero frente a ellos también hay mayor respuesta de las mujeres y una creciente sensibilidad popular. Ese contexto explica la alta concurrencia a este ENM, que casi duplicó la del año pasado a San Juan.
Salvo para el NOA, para llegar a Salta el grueso de las mujeres tuvimos que viajar largas horas. A eso se nos sumó un problema, que fue parte de una estafa más amplia2: dos de los micros “se borraron” y causaron horas de retraso e incomodidad, por lo que pedimos disculpas a las compañeras afectadas. Finalmente pudimos conseguir otros micros de reemplazo para viajar.
Nos alojamos en dos escuelas amplias, linderas entre sí y muy bien ubicadas. Como ya es tradición para nosotras, allí de la comida, la limpieza y la seguridad se encargaron compañeros varones, que comparten nuestra lucha. Bajamos los bolsos, nos recibieron con un rico desayuno y nos fuimos al acto de apertura.
Un Encuentro contradictorio
El acto inicial estuvo empañado por un lamentable forcejeo. Las Rojas (Nuevo MAS) quisieron imponer que subiera al palco la joven marplatense Rocío Girat, violada por su padre. Sin acordarlo antes con la comisión organizadora, montaron el incidente para hacer utilización política. A su vez esa comisión, copada por el PCR-CCC, en vez de dejar subir a Rocío se lo impidió por la fuerza. Vergonzoso por ambas partes. Las Rojas también hicieron uso político del femicidio de Paola Acosta: con tal de salir en los medios mostraron a “familiares” tan extraños que ni siquiera habían llamado a la familia directa de Paola para darles sus condolencias, preguntar si necesitaban algo o consultar los pasos a seguir…
En el Encuentro funcionaron más de 200 talleres sobre unos 60 temas. Como siempre, los más concurridos fueron los de aborto y estrategias de lucha, femicidio y violencia de género. Aunque hubo unas pocas provocaciones de gente de la Iglesia, en general pudimos intercambiar experiencias, puntos de vista y dar interesantes debates.
Los sectores K intentaron rearmarse e hicieron su “Plaza de Cristina” en el Parque San Martín, pero políticamente estuvieron a la defensiva. Es que quisieron defender lo indefendible: oponer el uso del misoprostol a la lucha por el derecho al aborto, resaltar las supuestas conquistas sociales del gobierno kirchnerista y mostrar como progresiva la reforma reaccionaria, antiobrera y clerical del Código Civil que Cristina pactó con el Papa y aprobaron los K en el Congreso.
La izquierda sectaria (PO-Plenario de Trabajadoras, PTS-Pan y Rosas, Izquierda Socialista, Las Rojas) se centró en hacer críticas, pero no hicieron ninguna proposición concreta por la positiva para avanzar en la lucha por los derechos de las mujeres.
En cambio desde Juntas y a la Izquierda no sólo fundamentamos nuestras posiciones en los debates, sino que llevamos al Encuentro propuestas concretas de acciones unitarias por la ley de aborto y por la emergencia en violencia de género, junto con la Capital como sede 2015. Por eso nuestras intervenciones tuvieron muy buena recepción entre las mujeres independientes y en todos los talleres confirmamos que la propuesta de Buenos Aires va ganando cada vez más consenso.
La gran contradicción del ENM fue entre la voluntad de lucha de la mayoría de las participantes versus la postura del PCR-CCC, que una vez más capituló tanto al gobierno provincial y nacional como a la cúpula de la Iglesia y además actuó con métodos antidemocráticos. Todo esto se expresó en la marcha final y en el acto de cierre que “decidió” la sede del próximo Encuentro.
Una marcha, dos recorridos
El recorrido de la marcha, impuesto por la comisión organizadora del ENM, eludió pasar por la Legislatura provincial y la Catedral. O sea, eludió precisamente los símbolos de los poderes enemigos de nuestros derechos. No es la primera vez que pasa, pero cada año es más flagrante. En esta procesión inocua coincidieron el PCR-CCC y todo el espacio K.
En respuesta, reflejando el sentir predominante del ENM, se dio un hecho muy positivo. La mayoría de las compañeras de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, conscientes del freno que significan el gobierno K y el PCR, promovieron un bloque alternativo. Lo encabezaron ellas y lo integramos toda la izquierda, la CTA opositora, Patria Grande, Mumalá, el FPDS y otras agrupaciones. En un momento dado nos separamos de la columna oficialista y pasamos por los dos lugares “prohibidos”. Esta columna unitaria fue más masiva que la otra. Ojalá esta unidad de acción tan progresiva abra nuevas perspectivas para la pelea contra los femicidios y la violencia de género y por la ley de aborto y todos nuestros derechos.
En este espacio unitario hubo un solo ausente: el PO-Plenario de Trabajadoras, que si bien luego pasó por la Catedral marchó entre el PCR y los K (!). Parece que el PO, que durante meses impulsó un “Encuentro laico y anticlerical” paralelo que le fracasó sin pena ni gloria, perdió el rumbo en el sentido literal de la palabra.
Pese a la virulenta campaña anti-Encuentro de la Iglesia y contra lo que algunos preveían, el pueblo salteño fue solidario ante nuestra marcha: más allá de algún aislado gesto hostil predominó la simpatía o, en todo caso, asombro y respeto. Sólo cabe agregar que no compartimos las pintadas anónimas con aerosol que hicieron algunos pequeños grupos.
Disputa y tareas
El acto de cierre fue el lunes 13. El PCR y las orgas K defendieron juntas Mar del Plata como sede 2015. Es evidente que por la presión y la batalla que venimos dando tuvieron que “acercarse” a la Capital, aunque evitándola.
Nuestra dirigente Vilma Ripoll defendió con claridad y firmeza la Ciudad de Buenos Aires, corazón del poder político y donde está el Congreso que nos debe las leyes. Lo mismo hicieron luego las referentes del PTS y el PO. Lamentablemente, sectores como Patria Grande, la CTA y Mumalá no se quedaron a reforzar esta disputa. Al bajar del escenario, atrincherado por el aparato del PCR y La Cámpora, patotearon a Vilma y a nuestras compañeras. Ante ese hecho repudiable, nos retiramos. Esta crispación burocrática del PCR se debe a que año a año están más debilitadas, sus maniobras generan mayor rechazo y temen perder el control de los Encuentros.
Al final, regresada ya la mayoría de mujeres a sus lugares de origen, la comisión organizadora impuso Mar del Plata. Pero es falso decir que el “aplausómetro” fue una decisión “democrática”, como hace el PCR: en el cierre hubo menos de 3.000 personas, la quinta parte del Encuentro. Triste ironía: el grueso de las mujeres no tuvo derecho a decidir. El Encuentro debe evolucionar y encontrar un mecanismo democrático para que todas podamos decidir.
Terminado el Encuentro, tenemos varias tareas:
El martes 4/10 movilizar al Congreso, para evitar que en Diputados cajoneen el proyecto de ley de aborto.
El sábado 15, acompañar la Marcha del Orgullo LGBT en Buenos Aires y en todo el país.
Preparar una gran jornada nacional unitaria contra los femicidios y la violencia de género para el martes 25, Día Internacional de Lucha contra la Violencia hacia la Mujer.
La tarea más permanente, desde hoy mismo, es continuar construyendo Juntas y a la Izquierda y el MST-Nueva Izquierda en todo el país. Invitamos a las nuevas compañeras a organizarse en los grupos ya existentes o a crear nuevos grupos y a hacer reuniones para charlar el balance del Encuentro, ver los videos y programar nuevas iniciativas.
De nuestra exitosa intervención en el Encuentro de Mujeres en Salta salimos todas con las pilas recargadas para seguir adelante.
Comisión de género
1. Así lo destacaron el diario El Tribuno y los canales de TV salteños.
2. Tal como salió en los medios, la estafa total alcanzó a unos 20 micros y perjudicó a una decena de organizaciones, entre ellas el MST.