Mientras publicamos este artículo se realizan las elecciones en la facultad de Psicología y Ciencias Exactas. Por lo pronto pasaron en la semana anterior Filosofía y Letras y Sociales. Ya con los resultados definitivos analizamos el cuadro de situación y las perspectivas que se van definiendo.
Después de un arranque del proceso electoral universitario en Medicina, Derecho y Económicas con una tendencia al avance de las fuerzas conservadoras del movimiento estudiantil, en especial el radicalismo, llegó la semana pasada el turno de las «humanísticas» como Filo y Sociales. En ambas los datos destacados fueron:
El FIT, que se presenta como Izquierda al Frente, retuvo ambas conducciones, aunque con retroceso porcentual en Sociales –pasó de 31 % a 23 %- y en Filo sumó aliados de menor peso como IS y subió algunos puntos – algo más de 3 %- aunque en un escenario de altísima abstención – más del 25 %
Sube apenas dos o tres puntos en Filo el kirchnerismo y en Sociales -dividido en dos listas- suma cerca del 40 % aunque en una de sus expresiones -la UES- el perfil desarrollado se despega de la identificación más K y avanza con una política «estudiantil sindicalista»
El Vendaval -el frente conformado por La Mella, el MST-Nueva Izquierda y Seamos Libres- no logra ser una clara alternativa y aunque se ubica en el pelotón de los de arriba tanto en Filo como en Sociales -donde se suma el FER- ocupa el 3° y 4° lugar respectivamente.
Estos son los datos fácticos para evaluar políticamente promediando el desarrollo electoral en la UBA.
El FIT-PO no logra despegarse como fenómeno hegemónico
Aunque en 2013 esta expresión política logró un avance importante ganando varios centros de estudiantes, este año no está mostrando una evolución tendencial creciente en el movimiento estudiantil. A la debacle en Medicina –donde el radicalismo le ganó por 30 puntos – se suma la derrota en Ingeniería hace 10 días y el muy ajustado triunfo en Veterinarias. Si además tomamos en cuenta que el triunfo en Filosofía tiene como marco una altísima abstención y en Sociales no sólo retrocede sino que se da un crecimiento global del universo kirchnerista, la realidad es que el cuadro de desarrollo de esta fuerza tiene contradicciones. Por supuesto: un 2014 sin grandes procesos de lucha y por lo tanto, sin pruebas importantes para esta dirección favorece una dinámica más bien de conservación de lo dado por el movimiento estudiantil y una evolución más bien lenta de la experiencia política con una orientación cerrada, sectaria y aparatista. Veremos como sigue su curso esta realidad en Psicología y Exactas.
El kirchnerismo en Sociales y Filo
En el primer turno electoral, en las grandes facultades masivas el kirchnerismo siguió marcado por una tónica de retroceso y debacle. En Filosofía este año crece un poco o más bien retiene su universo de influencia más duro. Podríamos decir que detiene la fuga de base social que lo caracterizó en 2013.En Sociales el fenómeno es distinto. Allí avanza sobre la base de presentarse en dos listas, una más «camporista oficial» y la otra con perfil estudiantil «burbuja» disociada del «afuera». Esta última es la que crece y recluta adhesiones de un estudiantado progresista más volátil. Habrá que analizar una vez terminado el circuito electoral en toda la UBA el fenómeno más de conjunto.
El Vendaval: no alcanzó para su instalación como alternativa
Esta confluencia articulada en torno a La Mella y nuestro MST-Nueva Izquierda más Seamos Libres no logró polarizar y ser alternativa nítida en las dos facultades que estamos analizando. En Filosofía llegó al 20 % aunque quedó a 9 votos del segundo –el FUP kirchnerista- y en Sociales aunque todo muy agolpado entre los primeros cuatro lugares, quedó relegado al 17% a 6 puntos del FIT. Creemos que indudablemente costó lograr instalar en pocos días la idea de que esta articulación podía ser una alternativa de superación al FIT en ambas facultades. No logró la diversidad de sus vertientes imponerse como idea canalizadora. De hecho en Filo la abstención fue claramente la segunda fuerza electoral. La bronca de una franja de estudiantes a la pobre gestión del FIT pero que también desconfió del Vendaval fue canalizada hacia la abstención que fue muy alta. En Sociales fue la UES la que logró por cierto capturar una franja de votantes que pretenden que el centro arranque de dar respuestas a la necesidades inmediatas del estudiantado. A pesar de estos resultados –que el FIT ya preanuncia como la «muerte» de este espacio- desde el MST-Nueva Izquierda ratificamos esa unidad y aspiramos a un proceso sostenido y abierto de convergencia programá-tica y unidad plural para preparar un polo de recambio de la actual referencia del FIT en la UBA.
Dirección Regional – JS UBA