«Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles»
Bertolt Bretcht
Hoy nos toca despedir a Pablo, víctima de un absurdo e incomprensible accidente, nos deja a los 25 años, cuando su vitalidad parecía no tener fin.
Pablo comenzó a militar en nuestro partido hace 9 años, participando en la lucha por el boleto estudiantil, siendo alumno del secundario. Ya en la universidad, fue un importante constructor de la juventud socialista del MST, un militante constante en la defensa de los que menos tienen, un constructor de la unidad de la izquierda y los luchadores. En las luchas universitarias se destacó como un dirigente reconocido entre sus pares. Estaba a poco de recibirse de ingeniero, un alumno ejemplar. Su personalidad paciente, comprensiva y sensible no solo ganaba el afecto de nuestros compañeros, sino también la confianza y respeto político, lo que se demostró en la despedida, donde compañeros de militancia, compañeros de otras corrientes de la provincia, vecinos, amigos, profesores, autoridades universitarias dieron muestras del profundo pesar que provoca su muerte. Su pérdida es verdaderamente irreparable.
Hasta su último dia de vida fue parte de la Dirección Regional del MST Nueva Izquierda de San Juan. Como él lo hubiera querido, esta tristeza que nos embarga, la vamos a transformar en fortaleza política para templar nuestra militancia, porque Pablo nos deja un legado: seguir construyendo este partido que él quiso tanto y luchar por el socialismo.
Como él quería, este es el balance de su vida «… me encantaría (con mucha humildad) llegar a decir lo que alguna vez escribió un gran maestro. «Fui revolucionario durante mis cuarenta y tres años de vida consciente y durante cuarenta y dos luché bajo las banderas del marxismo. Si tuviera que comenzar todo de nuevo trataría, por supuesto, de evitar tal o cual error, pero en lo fundamental mi vida sería la misma. Moriré siendo un revolucionario proletario, un marxista, un materialista dialéctico y, en consecuencia, un ateo irreconciliable.».
Compañero Pablo Oro: ¡hasta el socialismo siempre!
Regional San Juan