Los trabajadores de la línea 60 veníamos de hacer una importante medida de no cobrar boletos el 22 de octubre pasado. A esta medida se sumó otra el viernes 31 de octubre. La empresa respondió suspendiendo a 20 compañeros por 5 días a partir del lunes 3 de noviembre. Inmediatamente estalló la bronca, se reunió el cuerpo de delegados y propuso no salir a trabajar si la empresa se negaba a dejar que los suspendidos tomaran servicio. Rápidamente “corrió la bola”  de boca a boca, por watsap y por mensajes de texto y nos autoconvocamos a partir de las 5 hs de la madrugada del lunes 3/11 (que era el horario de citación de uno de los compañeros suspendidos).
Empezó temprano el aguante, volvimos a decir bien fuerte “si tocan a uno tocan a todos”, y así fué. La empresa le negó trabajo a los compañeros y paramos todos interrumpiendo el servicio a partir de las 5 de la mañana con todos los choferes firmes y en sus cabeceras y a pesar del temporal cortamos Plaza Constitución, Ing. Maschwitz y Rincón de Milberg. Muchos compañeros de Rincón fueron a Maschwitz por la inundación.
Hubo una tensa espera con las infaltables rondas de mate y truco entre cabeceras, hasta que a las 10 hs empezaron a sonar los teléfonos de los delegados. , Había llamados del ministerio, del gremio y de la patronal, pera nada los iba a convencer, todos estábamos muy firmes en que tenían que retroceder con las suspensiones. Hasta que cerca del mediodía, llamaron de la U.T.A  avisando que salía la conciliación. Se firmó con la aclaración de que los suspendidos volvían a sus tareas normales y habituales por 15 días. Lo más destacado  fué la participación de muchos compañeros nuevos y en una última asamblea donde se discutió como siempre en la 60, aprobamos los términos y la mayoría votó la vuelta al trabajo. Con esta medida se mostró la firmeza de los trabajadores, y quedA bien claro al monopolio dota que en MONSA si tocan a uno nos tocan a todos.

Martín Schermer, Agrupación “Al volante”, línea 60