El pasado domingo conocido popularmente como el 9N se realizó un plebiscito en la región autónoma de Cataluña. La consulta, que no tenía un carácter vinculante, dado la aceptación del gobierno de la Generalitat presidido por Artur Mas de acatar el fallo adverso del Tribunal Constitucional, significó un enorme paso en la pelea del pueblo catalán por independizarse del Estado Español.
La consulta constaba de varias opciones, los que estaban por el SI debían contestar dos preguntas: “¿Quiere que Cataluña se convierta en un Estado?” Y en caso afirmativo: “¿Quiere que este Estado sea independiente?”. Los que optaban por el NO con esa respuesta alcanzaba.
El gobierno español dirigido por el primer ministro Rajoy del PP y con la colaboración activa del PSOE se negó a reconocer la consulta aprobada por el Parlamento Catalán. Pese a las inconsecuencias del gobierno de Artur Mas, que encabeza un partido burgués de derecha, la fuerza de la movilización del pueblo catalán que ha protagonizado movilizaciones de centenares de miles de personas exigiendo la Independencia, impuso la consulta alternativa de este domingo y cuyos votantes todavía pueden pronunciarse por unos días más.
El resultado fue un éxito. Votaron más de 2.250.000 catalanes, un 37 % del padrón electoral (como la consulta se extiende unos días y van a llegar los votos del extranjero se calcula que esta cifra va a subir notablemente). Tratándose de una consulta no obligatoria ni vinculante, que tuvo que enfrentar una poderosa campaña contraria del gobierno central, es un verdadero récord. De los votantes un 81% votó SÍ-SÍ, otro 10 % votó SI-NO y solo un 4,5% votó por el NO. Dándole un sonado triunfo a la propuesta más radical.
Producida la consulta y para tratar de enfriar el enorme entusiasmo que recorre Cataluña surgen las voces interesadas en menoscabar sus resultados. Lo que no pueden explicar estos aguafiestas es la enorme crisis que atraviesa el gobierno de Rajoy, que no sólo no pudo impedir la realización de la consulta, sino que ahora a la luz de sus resultados ve profundizar gravemente su crisis y un gobierno que viene en pendiente luego del brutal ajuste sobre el pueblo español.
Un gobierno en caída junto al régimen surgido tras el Pacto de la Moncloa, el régimen monárquico constitucional hoy cuestionado por la mayoría de los españoles que abandonan raudamente a los dos partidos que lo han sostenido, el PP en el gobierno y el PSOE en la oposición, dando origen a una verdadera avalancha de simpatías y votos hacia una formación que tiene un año de existencia, la nueva izquierda que constituye PODEMOS. El resultado del plebiscito ha sido otra estocada para un gobierno y un régimen moribundo.
La revolución catalana
El plebiscito fue organizado por un frente único entre diversos partidos del parlamento catalán. El CiU de Mas en el gobierno que representa los intereses de la burguesía catalana, el centro izquierdista Esquerra Republicana y la izquierda representada por ICV-EUiA (Izquierda Unida y Verdes) y la CUP. Pero sin duda, la responsable del alto grado de organización y movilización del proceso independentista fue la Asamblea Nacional Catalana.
La ANC junto al colectivo cultural Ómnium es la que organizó las grandes movilizaciones en las diadas de 2012, 2013 y 2014 que llegaron a reunir hasta 1.800.000 manifestantes por la independencia. Tiene más de 70.000 afiliados permanentes y cerca de 500 asambleas territoriales en los distintos puntos de Cataluña. Es la que impulsó al gobierno de Mas la realización de este plebiscitó y lo organizó con 100.000 voluntarios.
Hay que declarar la Independencia
El gobierno de Mas intenta frenar la dinámica del proceso abierto. Ahora reclama a Rajoy que apruebe un referendum de carácter obligatorio y vinculante. Al servicio de esta presión propone adelantar las elecciones locales y presentar una lista única de todos los partidos que empujaron el plebiscito.
Pero la gran burguesía de España central no quiere otorgar un referéndum al estilo escocés, por que en Cataluña hay un pueblo movilizado, y está desesperada por frenar ese proceso.
El triunfo del SÍ ha creado una nueva situación en España y Cataluña poniendo al orden del día lo que reclama la ANC y la izquierda catalana, la declaración unilateral de la independencia. En este proceso se fortalece en forma creciente su ala izquierda. Ya las encuestas dicen que Mas perdería las próximas elecciones catalanas. Y el fenómeno nacional de PODEMOS seguramente va a expresarse en la revolución catalana, que es parte de la lucha del pueblo de toda España contra el gobierno y el régimen del ajuste salvaje capitalista.
Al contrario de lo que opinan algunos dirigentes de izquierda, que tienden a minimizar la lucha por la Independencia, colocando delante las tareas por los derechos sociales, la revolución democrática de los catalanes va empujar con todo la lucha anticapitalista, que reunirá a los pueblos españoles en una futura federación democrática de repúblicas socialistas independientes de España.
Bodart veedor internacional
Alejandro Bodart nuestro diputado porteño y candidato a Presidente por el MST Nueva Izquierda, fue veedor internacional del referéndum invitado por el Parlamento Catalán, CUP-AE y Esquerra Republicana. En Barcelona, Bodart realizó una intensa actividad tomando contacto con las diversas expresiones de la vanguardia catalana. A su regreso publicaremos un artículo reflejando sus conclusiones políticas sobre este extraordinario proceso político.
Gustavo Giménez