El 29 de octubre y el 6 de noviembre concurrieron a la Legislatura de la Ciudad, respectivamente, los ministros macristas de Educación y Salud a exponer el presupuesto de sus áreas para el 2015. Nuestro diputado Alejandro Bodart hizo duros cuestionamientos y propuso medidas alternativas.
Como bien lo dijo Bodart, «el ministro de Educación Esteban Bullrich hizo malabares para tratar de describir maravillas que no existen. El presupuesto educativo para el año próximo baja un punto en relación al de este año, que ya tiene un recorte del 3% desde 2013. Para el 2015 Educación tiene un 20% del total de la Ciudad, cada vez más lejos del mínimo de 25 puntos que recomienda la UNESCO. Además no todo va destinado a la escuela pública, ya que incluyen $ 2.838 millones en subsidios a la educación privada.» Y agregó: «El proyecto macrista tampoco incluye partidas para construir nuevas escuelas, por ejemplo las 33 que hacen falta en el sur. O sea que en 2015 de nuevo habrá menos vacantes y más chicos estudiando en aulas container.»
Bodart criticó el bajo nivel salarial docente, ya que según el gobierno macrista la canasta familiar a setiembre es de $ 11.675 pero una maestra estatal porteña cobra como salario inicial neto apenas $ 6.150, o sea media canasta. «Espero que no me responda que la mayoría de los docentes porteños trabaja dos turnos -lo atajó Bodart a Bullrich. Algunos incluso tienen tres cargos. Pero eso es naturalizar la explotación del docente, lo que deteriora su salud y también la calidad educativa. Hay que tomar como base un cargo, porque el docente trabaja más horas que las que está en la escuela.» El ministro contestó con evasivas.
Nuestro diputado también señaló que la partida para Infraestructura Escolar baja del 1.6% del total educativo este año a apenas un 1.2% para 2015 y que la de Mantenimiento Escolar baja del 2.4 a un 2.2%. Así no van a poder mantener las escuelas públicas, muchas de las cuales se caen a pedazos. Además, criticó la preca-rización laboral que padecen muchos docentes -contratados desde hace años- y los bajos montos y retrasos en los fondos para las cooperadoras escolares.
Macri también recorta la salud pública
Ante la ministra Graciela Reybaud, Bodart planteó: «Lamentablemente se repiten los problemas esenciales del año pasado, pero peor. El presupuesto baja de 21.2% del total este año a un 19.5% para el 2015. Ese ajuste se va a reflejar en toda la atención de salud.»
Nuestro diputado se centró en los problemas de personal, recurso clave para brindar un buen servicio de salud. Primero, los salarios: una enfermera inicial cobra neto $ 6.240 y un médico inicial cobra $ 10.500. El médico no cubre la canasta y la enfermera cobra la mitad. Además, todo el personal sigue percibiendo un 25% del sueldo como no remunerativo, en negro, lo que perjudica el aguinaldo y la jubilación. La pregunta de cuándo van a blanquear todo el salario no obtuvo respuesta por parte de la ministra.
«Sigue habiendo una crisis en la Enfermería -siguió Bodart. La Ciudad deber ser caso único en el mundo, ya que tiene 9.000 enfermeras y 12.000 médicos. Este déficit de enfermeras, aparte de peor atención a los pacientes, es recarga laboral para las que hay. Un solo ejemplo: en la guardia del Borda, turno noche, hay sólo dos enfermeros para 24 pacientes psiquiátricos…»
Y continuó: «Otro maltrato es la discriminación que siguen sufriendo las licenciadas universitarias en Enfermería, a las que el gobierno macrista no reconoce como profesionales, con todos sus derechos. Lo mismo en el Ferrer y otros hospitales, donde no se les reconoce la insalubridad. Presenté un proyecto de ley para reducir la jornada laboral en aquellos lugares y tareas insalubres.»
Bodart también denunció la falta de personal médico, como en el servicio de Cardiocirugía del Durand; la precarización de profesionales, como en el Moyano, y la persecución gremial, como los sumarios a la Dra. Laura Schargrodsky en el Niños.
«La comida del personal -continuó el diputado del MST-Nueva Izquierda. En el Ferrer, a los franqueros que hacen 6 horas los dejan sin comida. ¿No es importante que los trabajadores estén bien alimentados? Además, en todos lados hay quejas porque no reciben desayunos ni merienda como corresponde.» Cuando un funcionario macrista intentó explicar lo inexplicable, Bodart le refutó que «un pan y un mate cocido no merece llamarse ni colación.»
Por último, Bodart cuestionó la política de medicamentos: «En 2015 prevén gastar más de $ 800 millones, casi todo comprado a laboratorios privados. Pero la Ciudad tiene un pequeño laboratorio propio, que si se lo equipara para avanzar con la producción pública de medicamentos podríamos ahorrar mucho dinero.» Es que, con el Presupuesto de Macri, no hay salud ni educación públicas.
Pablo Vasco