El 25 de noviembre de 1960, en República Dominicana, la dictadura de Rafael Trujillo secuestró, torturó y asesinó a las tres hermanas Mirabal, valientes opositoras conocidas como “Las Mariposas”. En 1981, un congreso feminista en Colombia declaró el 25N como día internacional por la no violencia hacia las mujeres.
La violencia de género y los femicidios son una constante en este sistema capitalista y patriarcal. Y las víctimas tienen nombre: desde nuestra querida Pao Acosta, en Córdoba, hasta la maestra salteña Evelia Murillo. Desde Nicole, la estudiante chilena asesinada en Buenos Aires, a la contadora olavarriense Graciela Tirador, cuyo asesino va ahora a juicio oral. La travesti apuñalada en Pilar y la joven salteña violada, golpeada y cubierta de cal, hallada viva, son parte de esa larga lista.
Aunque vergonzosamente no hay estadísticas oficiales, las cifras son tremendas. Según La Casa del Encuentro, en 2013, por femicidio, quedaron sin mamá 405 hijas e hijos, entre ellos 263 menores. En nuestro país cada 30 horas hay un femicidio. La mayoría de esas mujeres habían hecho denuncias, pero la policía y la justicia de este sistema siempre actúan a favor de los violentos. Y aunque hay leyes contra la violencia de género, los gobiernos no destinan los fondos necesarios para refugios, atención y subsidios.
Ante esta situación es decisiva la movilización de las mujeres, con la mayor unidad posible. En Buenos Aires, la marcha de Congreso a Plaza de Mayo
culminó con la lectura de un documento unitario. Junto a la consigna central por basta de violencia y ley de emergencia con presupuesto, se reclamó por el derecho al aborto y contra la trata. La compañera Vilma Ripoll participó en la cabecera y nuestra columna fue una de las principales. ¡Organizate con nosotras para fortalecer esta pelea!