El 19N eran los 132 años de la fundación de La Plata. El lugar que elegimos para el acto de lanzamiento de las precandidaturas locales fue el histórico Pasaje Dardo Rocha.
Marco y fecha apropiados para anunciar mi candidatura a intendente y la de concejales de José Rusconi, representando a una lucha que viene del 2002 junto a los vecinos de Barrio Norte y las asambleas de inundados. Y la de Patricia Ríos, luchadora por los derechos de la mujer y directiva del SUTEBA La Plata. Acompañados por Alejandro Bodart, precandidato a presidente y el precandidato a gobernador, Guillermo Pacagnini, dirigente de la CTA y la Salud.
El salón se llenó de vecinos de Barrio Norte, Parque Castelli, City Bell, Villa Elisa, Los Porteños, Arturo Seguí, Gorina, Gonnet, Ringuelet, Tolosa, El Triunfo, Olmos, Melchor Romero, Los Hornos en sus distintos sectores y del centro. Además de Berisso en la Franja, con Villa Arguello, Progreso y Bo Obrero. Hubo directivos del combativo SUTEBA La Plata y de la CTA, dirigentes y ex trabajadores de YPF de la Mosconi (FeTERA-CTA), de ATE, enfermería, judiciales, del IOMA, Correo, ambientalistas, de Asambleas de Inundados, estudiantes universitarios y secundarios, jubilados y del Teresa Vive. Bodart afirmó: «al resto de la izquierda le decimos que están cometiendo un crimen al no abrirse a un proceso de unidad. Porque en La Plata, sumando las tres expresiones de izquierda, en la elección pasada sacamos el 15% de los votos. Si nos uniéramos hoy, no sé si no podríamos salir primeros, como podríamos salir en varias ciudades. Fíjense el proceso que se abriría. Se cometen crímenes por derecha y también con lenguaje de izquierda. No hay peor oportunismo que, teniendo la posibilidad de ser una opción real de poder, faltar a la cita y dejar que sigan siendo opción los mismos de siempre. Eso también es traicionar al pueblo. Por eso llamamos a que los compañeros reflexionen y se abran a mecanismos democráticos para que busquemos la unidad. (…)
Tendremos que hacer algo nuevo, de izquierda que levante una nueva cultura, la de la unidad, la de trabajar con otros pese a las diferencias. Es un deber de los revolucionarios no caer en el dogmatismo y estar abiertos a las nuevas expresiones políticas. Implica hasta tener que renovarse uno mismo y, si hace falta, dar pasos al costado. Peleemos por la unidad, pero también por levantar nuestra alternativa para el pueblo».