El martes 2, activistas de varias organizaciones de género nos juntamos ante la Clínica Provincial de Merlo para denunciar al médico Walter Juárez, especialista en Traumatología y Ortopedia, acusado de abusar de una trabajadora estatal que se fue a atender por ART. Exigimos que se lo separe del cargo hasta esclarecer el caso. Denunciamos que la complicidad y la impunidad nos exponen a las mujeres a estos tipos, que se creen intocables por tener un título y se aprovechan de la situación. Estuvimos más de una hora en la puerta. La policía cayó con tres patrulleros, no para meter preso al abusador sino para cuidar de nosotrxs a la clínica. Aunque primero dijeron que no había ningún directivo para atendernos, al final tuvieron que dar la cara.
Una comisión de representantes entramos a la oficina de Recursos Humanos, donde nos atendió el vicepresidente de la clínica, Alberto Cantone. Allí le planteamos el reclamo. Unos dijeron no saber nada; otros, que el día anterior habían sido notificados. Pero todos tuvieron que comprometerse a separarlo del cargo y a suspender todos sus turnos de inmediato.
La pelea no va a ser fácil porque la justicia machista siempre pone en duda la palabra de las mujeres y defiende a los violentos y abusadores. En unidad, también repudiamos las presiones que el médico Juárez ejerce en facebooks personales y de nuestra agrupación. Confiamos en la enorme fuerza que tenemos y en la solidaridad social que despierta este tipo de casos. Por eso no vamos a parar en esta lucha contra la violencia hacia las mujeres.
Juntas y a la Izquierda (Oeste)