El 30 de diciembre se cumplieron 10 años de la masacre de Cromañón, donde el afán de ganancia empresarial y la corrupción del gobierno de Aníbal Ibarra y de policías de la Federal se llevaron la vida de 194 jóvenes y causaron cientos de heridos, enlutando al país. Ahora, bajo el gobierno de Macri, la falta de controles estatales indica que seguimos en la Ciudad Cromañón.
Desde el inicio, los familiares y sobrevivientes de las víctimas no dejaron de reclamar justicia. Ibarra fue destituido como jefe de gobierno por juicio político, pero no se lo inhabilitó para ejercer nuevos cargos políticos. Omar Chabán fue condenado y murió en prisión domiciliaria. Salvo el batero Eduardo Vásquez, preso porque asesinó a su esposa, los músicos de Callejeros fueron liberados hasta que se confirme o no su sentencia. Condenados a prisión están el empresario Rafael Levy y unos pocos funcionarios.
El 30, la articulación de familiares, sobrevivientes y amigos de Cromañón realizaron una misa, un acto en Plaza de Mayo y una marcha a Once para reclamar una vez más justicia por los pibes. Junto a otras organizaciones, el MST participó del acto y la marcha, tal como vinimos acompañando la lucha de los familiares todos estos años.
Fue justamente esa lucha consecuente de los familiares y sobrevivientes, rodeada del apoyo de algunas organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, lo que logró la destitución de Ibarra y las condenas.
Protección K para Ibarra
“Recordamos perfectamente el silencio del entonces presidente Néstor Kirchner y de su esposa, Cristina Fernández, durante los días posteriores a la masacre. A través de sus emisarios, pretendieron salvar el puesto de su aliado político, responsable de un gobierno que en vez de controlar, actuaba en connivencia con los empresarios de la noche. El mandato de Aníbal Ibarra lo finalizó su vice, Jorge Telerman, él mismo empresario de la noche, hoy funcionario de Daniel Scioli.”
Así lo dice el texto de las organizaciones solidarias leído en el acto de Plaza de Mayo por Nilda Eloy (Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos) y Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo).
El interbloque K en la Legislatura acogió como diputado a Ibarra, principal responsable político de Cromañón, así como el gobierno nacional K protegió y protege a muchos de sus propios funcionarios responsables de la masacre ferroviaria de Once.
Con Macri sigue la lógica Cromañón
En el acto por los 10 años, la articulación de familiares también criticó duramente a Macri: “Se nos acusó de macristas, cuando nosotros siempre luchamos contra la lógica Cromañon sea el gobierno que sea. Como muestra de lo contrario, denunciamos que existen más de cien narco-prostíbulos identificados en la Ciudad durante este año. ¿Por qué la AGC ni fue a inspeccionarlos? Porque ese negocio de ilegalidad y corrupción también sostiene a este gobierno. Sin embargo, somos los familiares y sobrevivientes los que cargamos con nuestros dolores, con nuestros gritos y nuestras ausencias, como las están cargando los familiares del reciente incendio en el conventillo de La Boca, el derrumbe del boliche Beara o el incendio de Iron Mountain en Barracas.”
Si Ibarra no tiene cara en decirse inocente, con Macri -que decía ser distinto- hoy sigue la Ciudad Cromañón: su gobierno viene debilitando todos los controles públicos y no desmanteló los nichos de corrupción en la administración pública porteña.
Ante estos gobiernos socios de los empresarios que con tal de ganar más juegan con la vida de la gente, proponemos fortalecer todos los controles públicos, con fuerte participación social para evitar las coimas y corrupción.
Iván Amado