El 31 de enero anunciaron el acuerdo, publicando un comunicado acompañado por una foto en un parque de Palermo. La noticia dejó a la UCR al borde de la división y a UNEN en terapia intensiva.
“Queremos que haya una alternativa competitiva frente a los que nos gobiernan hace décadas”, dijeron Macri y Carrió para justificar la alianza. Cada uno competirá con fórmula presidencial propia en las PASO, pero irían separados en la elección de Capital.
Ahora buscan extender esa unidad, incorporando a Cariglino (intendente eterno de José C. Paz) y a Melchor Posse (intendente de San Isidro), que hoy están con Massa, para que vayan a las internas con María Eugenia Vidal.
Con el acuerdo, buscan aprovechar la crisis política que golpea al gobierno tras la muerte de Nisman para recuperar un poco de terreno en la batalla político-electoral.
Radicales divididos
La noticia retumbó en la UCR, que desde hace meses viene debatiendo para dónde ir.
Ernesto Sanz, titular del radicalismo y pre candidato presidencial venía de sacarse unas fotos con Massa, pero salió rápido a festejar. “Es un paso en el camino correcto”, dijo.
Cobos defendió tibiamente su acuerdo con Binner. Alfonsín dijo que el Frente Progresista no resistirá esas alianzas.
Al mismo tiempo, hay sectores que quieren acuerdos con el massismo para competir por algunas gobernaciones.
Las tensiones se seguirán profundizando hasta el 14 de marzo, cuando la Convención Nacional de la UCR defina qué hacer. No hay que descartar que alguno (o varios) de estos dirigentes compita por fuera del partido si no les satisface lo que allí se resuelva. O que alguno retire su candidatura presencial y se refugie en su provincia para evitar el papelón.
¿Q.E.P.D. UNEN?
El vapuleado frente UNEN quedó en el ojo de la tormenta, luego de conocida la nueva sociedad entre el PRO y la Coalición Cívica.
Oblligado por las circunstancias, Binner ensayó una respuesta. “…Se miraban con desconfianza y ahora están del mismo lado. Es parte de la sinrazón de muchas razones…Hay que estudiarlo plenamente antes de dar una opinión segura.”, clarificó(?) el dirigente del PS, viendo que se le mueve el piso sin que pueda hacer demasiado.
Más golpeado aún, Solanas dijo que “Carrió rompió el espacio que había construido para aliarse con el que había denunciado como corrupto.”. Y ayer continuó la pelea diciendo que Lilita le había dicho que no se metan con [el ex capo de la SIDE] Stiusso porque ellos eran amigos.
Puede romperse o continuar desinflándose hasta quedar completamente reducida. Lo cierto es que esta copia de la Alianza, parece tener un horizonte muy negro.
Sobra derecha, fortalecer una nueva izquierda
Más allá de las peleas y saltos de un bando a otro, que seguramente veremos hasta el cierre de listas, se va evidenciado que todos los candidatos del sistema son de derecha. Macri, Carrió y la UCR o Scioli y Massa representan a los mismos sectores. Defienden un modelo para seguir garantizando los enormes negocios de las corporaciones y sus propios privilegios de casta política capitalista. Sólo se pelean para ver a quién le toca la porción más grande de riquezas. Las soluciones a los problemas que sufrimos no van a venir por acá.
Para batallar contra la impunidad, la pobreza y el saqueo del país, el pueblo trabajador necesita unirse a un proyecto que no tenga absolutamente nada que ver con estos sectores. Y que además no repita, desde la izquierda, los vicios de la vieja política. Hace falta extender y amplificar una nueva izquierda, que tenga propuestas transformadoras y esté dispuesta a construir un proyecto que se juegue a gobernar. Para eso, estamos recorriendo el país con nuestra fórmula Bodart-Ripoll. Alejandro, nuestro pre candidato a presidente, estuvo en Cosquin, Córdoba la semana anterior. Y estará estos días en Mar del Plata. A su vez Vilma, está recorriendo el gigante y popular Gran Buenos Aires. Mientras toda nuestra militancia, de una punta a la otra del país, difunde nuestras propuestas e instala un proyecto, que llegó para quedarse.
Altamira y UP, a contramano de la realidad
Parece mentira que los de arriba tengan más consciencia de clase que algunos dirigentes de izquierda. Pero lo cierto es que, mientras los sectores de derecha buscan unirse para intervenir con más fuerza en la pelea electoral, la vieja izquierda y otras corrientes populares siguen sin sacar conclusiones y persisten en actitudes que van a contramano de la realidad que vivimos. Justo ahora, cuando hay una crisis política de magnitud y millones ven que tanto el gobierno como la oposición no van a arreglar nada, sería muy positivo lograr una unidad. Justo ahora, cuando pasa lo de Grecia.
Esto, más allá de cualquier intención, es funcional al poder y perjudica a nuestro pueblo.
Por eso, ante la alianza Macri-Carrió, el diputado y candidato a presidente Alejandro Bodart del MST-Nueva Izquierda afirmó: “…deberían sumarse Massa, Scioli y la UCR, que son lo mismo y todos defienden el mismo programa. Lo lamentable es que no nos unamos toda la izquierda y el verdadero progresismo: tanto Jorge Altamira como Víctor De Gennaro rechazaron mi propuesta de unidad. Por eso estamos llamando al pueblo a apoyar nuestro proyecto de una nueva izquierda moderna, amplia y no dogmática, como la de Syriza en Grecia, que pueda salir de lo testimonial y avanzar como opción de gobierno.”
Martín Torres
Una nueva izquierda con propuestas
- Privilegios para nadie
- Políticos que ganen igual que una directora de escuela. Que ellos y sus faimilias vayan al hospital público y la escuela pública.
- Democratizar la democracia para que la gente decida
- Consulta popular vinculante ante cada tema de interés nacional. Jueces y comisarios elegidos por voto popular. Cargos revocables y no vitalicios.
- Recuperar lo nuestro y pagar la deuda con el pueblo
- Suspensión de los pagos de la deuda externa. Reorientar esos recursos a trabajo, vivienda, salud y educación. Reestatizar servicios públicos bajo control social.
- Chau corporaciones: si saquea y contamina, no es progreso.
- Que se vayan Chrevron, Barrick, Monsanto e IRSA.
- Los derechos de género
- Basta de violencia, femicidios y trata: refugios, asistencia y subsidios para las mujeres víctimas. Educación sexual y derecho al aborto. Separación de la Iglesia del Estado.