Mientras en Santa Fe siguen muriendo jóvenes humildes a causa del gatillo fácil y de la impunidad de la que gozan los grupos narcos, las grandes multinacionales como Cargill, Dreyfus etc. drenan por los puertos sin control nuestras riquezas pagando exiguos impuestos mientras se llevan grandes ganancias para sus bolsillos; otras nos contaminan como Monsanto, Syngenta etc, que con el aval del gobierno nos fumigan. Además los trabajadores estatales y docentes nos preparamos para entrar en las discusiones paritarias.
Desde el MST Nueva Izquierda en el Frente Social y Popular FSP, encaramos esta campaña con el envión que nos da la importante unidad alcanzada , los vientos de cambio que hoy soplan de la vieja Europa con el contundente triunfo de Syriza , nos demuestra que este camino de unidad es el correcto y necesario para las peleas que se vienen.
Entendemos que la situación política es muy favorable para que el frente supere los pisos proscriptivos, que juegue en primera disputando cargos, empezando por meter a Carlos del Frade en la legislatura provincial así vamos a poder frenar por ley los despidos y suspensiones, por un salario mínimo igual a la canasta familiar, por el 82% móvil para los jubilados, recuperar nuestros recursos y terminar con la sangría de las grandes empresas que además saquean y contaminan como Monsanto,Cargill y tantas otras. Hacer efectiva, con presupuesto, la emergencia en violencia de género para terminar con los femicidios y todo tipo de violencia contra la mujer, entre otras muchas propuestas.
Es con esta perspectiva que nos sentimos fortalecidos, vamos a estar en las ciudades más importantes de la provincia presentando listas en Vera , Reconquista, Santa Fe, San Justo, Santo Tomé, Rufino, Funes, Beltrán, Venado Tuerto, Casilda, San Lorenzo, VGG, Villa Constitución, etc. y con el aporte de nuevos compañeros, es que afrontamos este desafío, conscientes de que son miles de santafesinos los que quieren como nosotros, terminar con los privilegios, la corrupción pública y privada, junto a los extravagantes privilegios que disfrutan las elites políticas y económicas. Son un cáncer que hay que extirpar. Son un formidable tapón que nos impide la posibilidad de avanzar y que debemos de una vez derribar.