MST - Movimiento Socialista de los Trabajadores Lunes 27 de Agosto, actualizado hace 4 hs.

Frente a la crisis política que atraviesa el gobierno… La “oposición” es un cambalache

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No hay dudas de que la coyuntura de crisis que atraviesa el gobierno nacional ha dinamizado los tiempos de definiciones electorales y los coqueteos van dejando nuevas parejas y también nuevas rupturas. “Progresistas” con liberales, Radicales con Peronistas y un sin número de “personajes” coloridos que buscan a fuerza de slogans y alianzas ocultar su ausencia de proyecto alternativo y su pertenencia a la vieja política que ya todos conocemos.

¿Todos juntos contra los K?

A pesar de que el gobierno de Cristina Kirchner viene retrocediendo frente a la población y avanzando en un rumbo completamente opuesto al que decía sostener, la oposición tradicional no ha logrado hasta ahora, colocar un candidato que logre recoger ese repudio para transformarse en una apuesta ganadora.
Es por eso que desde el año pasado Macri, Massa, los radicales, Binner e incluso Carrió o Pino Solanas se pusieron en carrera para tratar de consolidar una “propuesta” que logre imponerse a las demás. Luego de varios meses y muchas demostraciones de su carácter retrogrado y de derecha, aún no lo logran y si bien algunos se fortalecieron y otros se debilitaron, nadie consigue la hegemonía.
En ese marco, con el radical Sanz como principal vocero, un sector de la oposición comenzó un operativo “clamor” para realizar una gran primaria de todos que consagre una fórmula única. Una táctica que si bien podrían permitirles ganar la elección, dejaría una coalición con múltiples conflictos para gobernar y ni hablar de que sería la constatación más gráfica de que más allá de los discursos más progres o no, en definitiva son todos lo mismo. Por múltiples motivos, parece que este camino no va a ser el que se termine imponiendo.

Los enamorados y las viudas del fin de ciclo

Macri y Carrió picaron en punta y sellaron un pacto que fue una bomba en UNEN, pocos días después los radicales comenzaron a explicar que los más probable es que la convención nacional que tienen en marzo termine votando un frente con el PRO o el Frente Renovador. Si algo puede terminar de hundir las intenciones de Binner es que Miguel del Sel le arrebate la gobernación de Santa Fe y deje el proyecto “socialista” al borde del barranco. Hay que ver si sus socios de Libres del Sur (que ya cerraron en Salta y Neuquén con el Kirchnerismo) lo siguen sosteniendo o, como han hecho en los últimos años, salta a alguna pileta con más agua, por más turbias que estas estén.
Con UNEN en ruinas, tanto Macri como Masa se disputan los restos; el principal botín son los radicales, quienes después de la crisis del 2001 se han transformado en una especies de mercenarios de las disputas electorales, vendiendo su “aparato” al mejor postor para garantizarse su propia supervivencia.
La oposición puede juntarse o ir separada, puede presentar distintos “modelos” para intentar confundir al pueblo, lo que ya no puede hacer es transmitirle a nadie ni la más mínima expectativa de cambio. Para remplazar al kirchnerismo son peor de lo mismo.

Construir un proyecto nuevo desde la izquierda

La coyuntura del país fortalece las posibilidades de construir un nuevo proyecto desde la izquierda. El gobierno y los partidos tradicionales muestran con claridad sus proyectos anti populares y pro entrega.
Es por eso que desde el MST Nueva Izquierda realizamos una gran campaña por la unidad, proponiéndoles al FIT de Altamira y a la UP de De Genaro la utilización de las PASO para fortalecer un proyecto a favor de los trabajadores y el pueblo que enfrente de igual a igual a los personajes de la vieja política. Sin embargo mientras unos siguen empeñados en el más obcecado sectarismo, los otros esperan que de la mesa de los viejos partidos caiga alguna migaja que les permita sacar algún voto más.
Tal como lo muestran la experiencia de Grecia o España, desde el MST vamos a seguir peleando por construir una nueva izquierda, capaz de superar el dogmatismo y sectarismo.

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